“Me hierve la sangre”

Nota enviada por una lectora de Chacabuco en Red acerca de los casos de abusos a mujeres que se conocieron en los últimos días.

La nota fue escrita por Paula Cuozzo, hija de la concejal Clelia Cuozzo y se titula: “Me hierve la sangre“:

Hoy me hierve la sangre y no es el calor.

Me hierve la sangre por lo que veo, escucho y siento.

Por lo que nos están haciendo y por lo poco que les importa.

Me hierve la sangre al saber que una vez más 17 denuncias remataron en una puñalada.

Que un violador que sale en la tv es resguardado por sus compañeros, aclamado por el público y admirado por la gente.

Me hierve la sangre al escuchar en mi propia mesa que los escrachos son por plata y que estamos locas.
Claro que si campeón, estamos locas, y cuanto.
Locas por vivir y que no nos maten, nos violen, nos prendan fuego, nos humillen y nos empalen.
Somos locas desencajadas .

Me hierve la sangre al darme cuenta que siempre dije “me deje hacer”, cuando debería haber dicho “me hicieron”.

Me hierve la sangre al saber que ningún hombre en mi vida me cuidó, ni un poquito.

Me hierve la sangre cuando tu tibieza impugna al verdugo.
¿De verdad me decís que una piba que te cuenta sollozando y desesperada, que una basura hijo de mil puta la violó no te conmueve?, ¿ni un poquito ?.
¿Dónde quedó tu alma y tu pasión?.
¿Cómo haces?, ¿ cómo dormís?, ¿cómo vivís?. Va, vivir… vos ya estás muerto, seco, vacío.
Tu orgullo te dejó ciego.
Miras de reojo las noticias de la tv.
El hecho de una piba prendida fuego no te mueve un pelo. No sentís nada, tu mirada gélida no tiene pregunta alguna.

Me hierve la sangre por las pibas que no están, pero no se fueron a ninguna lado.
Se las llevaron.
Se las llevaron los mismo machos que hoy salen a festejar.
Y festejan todos juntos, abrazados en el jolgorio de la impunidad.
Y siguen bailando porque una vez más no perdieron nada.
Sonríen porque saben que son los hijos del patriarcado.
Donde se recibe con leche tibia al criminal y se titula de puta a la víctima si usa ropa de encaje.
Donde los jueces y políticos son respetados dinosaurios con traje que apañan los crímenes de odio y femicidios.

Y acá estoy, y me hierve la sangre.
Y acá estoy, llorando, sola.
Por mí y por mis amigas.
Por todas las que sufrieron y por las que van a sufrir.

Y seguimos; rehenes de este mundo. Escapando de la noche, de las calles oscuras y de la soledad.
Como liebres huyendo de un cazador al que le regalan las balas.
Jugando con nuestra existencia.

Me hierve la sangre y me va a seguir hirviendo.

Me hierve la sangre; la sangre que derramaron.
Pero a vos frágil machito deleznable te va arder el FUEGO.


Paula Cuozzo.

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