José Hernández nació el 10 de noviembre de 1834 en el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires y falleció en Buenos Aires el 21 de octubre de 1886 a los 52 años. Periodista, diputado, ministro de Hacienda, empuñó las armas para apoyar a Justo José de Urquiza en Cepeda, 1859 y en Pavón en 1861, apoyando a López Jordán en 1870.
Pero es la poesía gauchesca lo que lo llevó, sobre todo en la ida del Martín Fierro, a denunciar el despojo y la marginación del gaucho y del indio a mano de las minorías oligárquicas, esa clase dominante personificada en el mitrismo y en el cuarto de Buenos Aires.
Hoy es el neoliberalismo y el sofisma del anarcocapitalismo. El Ateneo Arturo Jauretche Manuel Ugarte quiere en esta fecha reivindicar al militante de la causa popular, a ese José Hernández, no el de la vuelta del Martín Fierro, donde tiene expresiones que descalifican al inmigrante, al indio y exalta al gaucho domesticado, sino el que denunció el desgollamiento del Chacho Peñalosa, patriota que fue la expresión y la representación de las masas populares del noroeste argentino, ultimado por la barbarie mitrista y sarmientina, o el que denunció el genocidio de la guerra de la triple infamia o guerra del Paraguay, como lo señaló Alberti, guerra destinada a destruir el notable ensayo de los López en su patria chica, donde cristalizó el plan de operaciones de Mariano Moreno, estos hechos que la historia oficial ha evitado cuidadosamente mencionar, como tampoco menciona el proyecto de ley enviado por Sarmiento al Congreso de la Nación, el 25 de mayo de 1873, donde se ponía precio a la cabeza de los alzados en Entre Ríos, proyecto que el Congreso rechazó.
¿Acaso no pasa ahora lo mismo con la diputada Lemoine exaltando el macartismo, por sólo mencionar uno de los muchos ejemplos que nos brinda a diario La Libertad Avanza?
Como diputado y senador colaboró con Dardo Rocha en el proceso de federalización de Buenos Aires y en la fundación de la ciudad de La Plata, también luchó por reconstruir la patria grande, en ese entonces dividida, balcanizada por la acción imperial de Inglaterra y las oligarquías locales, por entonces Hernández decía que debían necesariamente reencontrarse las diferentes secciones americanas. Gerardo Vallejo cineasta definió al poema de Hernández como la obra que describe la tragedia de un pueblo aunque esté contado en primera persona y escrito en versos.