Escuchar lo que nos dice el cuerpo o reventar

En un mundo dominado por la mente, los mensajes que nos manda nuestro vehículo para la vida son de importancia crucial. por Daniel Beade

Hacemos oídos sordos respecto de nuestro cuerpo, aplacamos su voz. Pero llega un momento que él nos dirá: ‘Te he acompañado durante toda tu vida, te he acompañado en todas las pelotudeces que has hecho. Pero hasta aquí llegué’. El cuerpo nos habla para que nos concedamos una pausa o bien introduzcamos cambios en nuestra vida. Si lo desoímos, porque estamos centrados en lo mental (sedentarismo, horas de televisión y redes sociales, horas y horas pasamos sentados delante de nuestra computadora por nuestro trabajo) corremos el riesgo de que la próxima vez que decidamos atenderlo sea demasiado tarde. Debajo del cuello hay un mundo que existe y  cada vez más, no es muy difícil de reconocerlo. Hoy llamamos cansancio o estrés, y nos suena bien,  suena a que uno está muy ocupado u ocupada y el problema es que nadie se hace demasiadas preguntas. Tiramos para adelante sin prestarle atención a los decaimientos de nuestro cuerpo.

Sobre esto, en su libro Reconecta con tu cuerpo, la terapeuta corporal Anna Sólyomy entrevista a Chacabuco en Red nos regaló medidas prácticas y sencillas para aprender a escuchar nuestro cuerpo y hacernos amigos de él.

Hoy más que nunca necesitamos volver a sentirnos en armonía, recuperar nuestro eje y vivir la vida desde un lugar más centrado, con mayor claridad y bienestar. Dejar de silenciar las molestias o dolores con analgésicos o cualquier otro medio, como el alcohol, el café o el tabaco para hacer desaparecer el síntoma, estaremos matando al mensajero. En algún momento, el cuerpo va a quejarse de nuestro maltrato, nos mandará mensajes que, si son leídos, pueden ser cruciales para nuestra calidad de vida. Escuchando al cuerpo nos escuchamos y comunicamos con nosotros mismos. Ignoramos habitualmente las señales que nos manda nuestro cuerpo cuando está incubando una enfermedad. No prestamos atención a los síntomas que experimenta el cuerpo.

  Un dolor de espalda, el cuerpo nos pide que cambiemos de postura, nos manda movernos.

  Un dolor de cabeza recurrente nos invita a aflojar la marcha.

  Las molestias y la fatiga de una digestión pesada es el aviso del organismo de que no lo estamos haciendo bien.

En otras ocasiones, acudimos a distintos médicos en busca de una cura inmediata sin resultados. De un especialista a otro sin causa física conocida para su malestar.  Hasta que un médico nos deriva al psicólogo. Y es que el cuerpo grita lo que la mente calla. Escuchando al cuerpo se evitarían muchos de los problemas que tenemos y seríamos capaces incluso de prevenir enfermedades.

El cuerpo se expresa a través del dolor, o de síntomas sin la presencia de causas físicas. Algunas personas que levantan una barrera que impide expresar los sentimientos, y pensamientos somatizan lo que callan.

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