Vecina de Chacabuco y su pareja varados en Nicaragua

Se encuentran allí desde el 7 de marzo. En una entrevista por Radio Chivilcoy relataron su experiencia.

Camila Settier (Chacabuco) y Neri Sovera (Chivilcoy) es una pareja de jóvenes que fueron a Centroamérica como mochileros, desde octubre del año pasado. La meta era llegar a México pasando por Costa Rica, partiendo desde Colombia, pero las restricciones en los vuelos los sorprendió en Nicaragua donde están desde el 7 de marzo, un país donde, de acuerdo a lo que se informa, hay muchas deficiencias al tratar la pandemia del coronavirus COVID 19.

Actualmente, los jóvenes están en San Juan del Sur, a aproximadamente a 3 horas de la capital, Managua, donde se registra la mayor cantidad de casos de coronavirus.

En una entrevista para Radio Chivilcoy, Camila manifestó que Nicaragua no está en cuarentena. “Lo que pasa es que en 2018 tuvo una crisis económica muy fuerte, entonces el presidente dice que, si manda la gente a la cuarentena, nadie la va a respetar, porque el 80 por ciento de la población trabaja de manera informal”.

Destacó que Managua, la ciudad capital, es donde se registra la mayor cantidad de casos de coronavirus. “Desde el gobierno controlan el manejo de la salud, los test no se entregan a todos los hospitales para hacer testeos masivos. Oficialmente los números de contagiados siempre fueron muy bajos, en relación al resto de los países. Ahora hay, oficialmente, 800 contagiados y 35 muertos”.

“Desde que comenzó la pandemia, se creó un comité independiente, que se llama el Observatorio Ciudadano, conformado por médicos y especialistas y dicen que hay 3.700 casos y 805 muertes”, al tiempo que destacó que la Organización Panamericana para la Salud “vive intimando a Nicaragua para que transparente los datos”.

“En mayo, en una semana, los casos aumentaron en un 600 por ciento y esto lo hicieron porque, en las estadísticas, tenían el mayor porcentaje de mortandad. Al principio decían que tenían 10 contagiados y tenían 5 muertos, es decir, el 50 por ciento que se contagiaba, moría, por eso cambiaron los datos para que la mortandad no les dé tan alta”, señaló.

“Si en todos los países la curva de contagio se da de cierta manera, en Nicaragua tiene mesetas, picos. También, los casos recuperados los iban quitando de las listas de contagio, entonces, Nicaragua era el único país donde los contagios disminuían en vez de aumentar”.

-¿Cómo es el acceso a la salud, es libre hay hospitales gratuitos?

-La salud en Nicaragua es pública, pero yo espero no tener que pisar un hospital, porque los médicos denuncian que no tienen los equipos de protección personal. Se los prohibían porque, dicen, que provocan pánico en los pacientes. Los hospitales son un foco de infección, se mueren 12 personas por día y, como no tienen lugar en las morgues, los están apilando en salas. Al no hacer los testeos, desde el Ministerio de Salud lo catalogan como muertos por neumonías atípicas. Ante la sospecha, los ponen en cajones y les piden a las familias que los entierren cuanto antes.

Lo que se denuncia acá es que Nicaragua es una dictadura, tiene una organización bastante grande como para tapar las cosas y de manera clandestina. Al principio presionaban a la gente para que no hablen, pero las muertes por coronavirus empezaron a llegar a gente de la oposición, entonces, después de tres meses, sale todo a la luz.

Al llegar a Nicaragua el 7 de marzo y conversar con la gente, mantienen silencio porque están amenazados, hay muchos casos de muertes y hay muchos presos políticos. Es un país de hermosos paisajes, pero luego te das cuenta de la pobreza que hay.

-¿Qué gestiones hicieron en la Cancillería para el retorno?

-Desde Nicaragua no hay vuelos directos a Argentina. Los vuelos hacen escala en Panamá, Costa Rica, Colombia o Perú, que han cerrados sus espacios aéreos, por eso es que quedamos varados en Nicaragua. El 14 de marzo me puse en contacto con la embajada porque no encontraba vuelos para volver a Colombia, que es el pasaje que tengo para volver a Argentina, que se canceló el 2 de abril.

En la Embajada me dijeron que la única posibilidad era comprar un vuelo por Copa Airlines, que estaban alrededor de 800 dólares, así que empezamos una campaña con los familiares y amigos para que nos junten plata. Me mandaron el dinero, pero no pude comprar el pasaje porque, por esa fecha, cerraban el espacio aéreo de Panamá.

Estamos en San Juan del Sur, un pueblo súper turístico, porque los alquileres bajaron mucho, pagamos 300 dólares por mes. Nuestra situación no es crítica, pero quiero visibilizar la situación de los argentinos que estamos varados, porque vuelos de repatriación pasaron por todos los países de Latinoamérica y hasta dos veces.

Necesitamos que se empiece a gestionar un salvoconducto entre Nicaragua y Costa Rica, porque en Nicaragua sólo somos 10 argentinos, entonces no sería rentable que vengan acá, sino ir a Costa Rica, para regresar a casa.

Fuente: www.larazondechivilcoy.com.ar

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