ECONOMÍA

Una década de investigación: Cuál es la relación que tienen los argentinos con el dinero y qué debe cambiar en 2024

En el auge de las relaciones tóxicas, se podría decir que los argentinos mantenemos una de ellas con el dinero.

El panorama en materia económica es complejo desde hace mucho tiempo, considerando la cambiante cotización del dólar, la acelerada devaluación del peso y la cantidad de diferentes tipos de cambio de divisas. Todo esto sin mencionar el monstruo mayor, la creciente inflación que se refleja en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Es por todos estos fenómenos que no es de extrañar que los argentinos tengamos una relación particular, casi recelosa, con lo que guardamos en la billetera.

 ¿De qué formas se ha manifestado el complicado contexto económico en los comportamientos del ciudadano? ¿Y qué alternativas están ganando fuerza gracias a ellos?

El ahorro

Según resultados de un estudio nacional realizado por la consultora Taquion, es evidente que la capacidad de ahorro se desvanece poco a poco con cada suba del valor del dólar. Los datos recogidos revelaron que el 64,7% de los argentinos no puede ahorrar, y uno de cada dos  declaró que no le sobra el dinero luego de pagar los gastos esenciales, por lo que llegar a fin de mes es cada vez más difícil.

Quienes más perjudicados se ven son los jóvenes, ya que el 72,7% de los encuestados nacidos en este milenio no ahorra.

Pero no se trata solamente de no tener un excedente que destinar al ahorro, sino también del desasosiego que genera la rápida devaluación. La certeza de que los pesos ahorrados perderán valor mes a mes desincentiva a los argentinos a ahorrar, y por el contrario, los incita a volcarse al consumo recreativo de bienes cotidianos antes de que, inevitablemente, aumenten su precio.

Tampoco es de ayuda la desconfianza en el sistema financiero a partir de que el “corralito” del 2001 dejara a más de la mitad del país en la pobreza, por lo que depositar dinero en el banco de la manera tradicional es una opción que parece tener cada vez menos adeptos.

Dentro del porcentaje de la población en la que el ahorro es una posibilidad, el 29% opta por hacerlo en dólares, en búsqueda de cierta estabilidad.

Ya sea con plazos fijos, con fondos comunes de inversión o a través de la compra de criptomonedas, el principal deseo de quienes fueron consultados por Taquion en caso de poseer un excedente de dinero es el ahorro y la inversión en un 27,3%, muy por encima del 4,1% que elegiría darse un lujo o cumplir un sueño.

Estos números no hacen más que reafirmar que la relación conflictiva del argentino con el ahorro no es cuestión de voluntad personal o inteligencia para gestionar las finanzas, sino que se trata de algo sencillamente inalcanzable para gran parte de la población.

Las deudas

Argentina es uno de los países con más acuerdos con el Fondo Monetario Internacional en su haber: en veintidós ocasiones firmaron ambas partes desde el 2018, siendo el más reciente el que cerraron a finales del julio pasado.

Así como el Estado es deudor de más de ocho mil millones de dólares, los ciudadanos no se quedan atrás y afrontan sus propias deudas que saldar con entidades bancarias, prestamistas o incluso con familiares y amigos.

Son cuatro de cada diez argentinos los que, en un estudio de Focus Market del pasado junio, dijeron estar endeudados con algún banco, ya sea mediante préstamos a sola firma, hipotecarios, prendarios, personales, en tarjeta de crédito o adelantos.

Esto se debe a las bajas tasas de interés que establece el gobierno en favor de los créditos al consumo, pero a costa de que las familias se endeuden y corran el riesgo de no poder cubrir el consiguiente pago.

Por otro lado, las deudas no bancarias alcanzan a más de 1,2 millones de hogares, y son representadas principalmente por préstamos personales en un 26,3%, seguidos de cerca por el método de “compra al fiado” en comercios en un 26,1%.

La creciente cantidad de familias en niveles de pobreza resulta en el endeudamiento como única forma de financiar sus costos de vida, aunque este no sea más que pan para hoy y hambre para mañana.

¿Qué puede cambiar?

Así como en la última década el uso de aplicaciones de pago móviles ha ido en aumento y el de efectivo ha disminuido, debido a que las denominaciones de los billetes no van exactamente al paso de las constantes alzas de precio, es evidente que las alternativas digitales han ganado terreno en plena crisis.

Las billeteras digitales y las criptomonedas son opciones de ahorro e inversión que están siendo empleadas por muchos argentinos en función de hacer frente al eterno problema de la inflación. El atractivo no solo proviene de la eficiencia de hacer transacciones mediante el propio celular, sino también de la posibilidad de ahorrar en dólares digitales con las llamadas stablecoins, y la oportunidad de soslayar las ilimitadas restricciones gubernamentales a las entidades financieras tradicionales.

Sin duda, estamos viviendo épocas de cambios en los comportamientos y las decisiones de los argentinos para con el dinero, siempre en la búsqueda de un poco de paz en medio de la tormenta.

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