POLÍTICA

Que la pongan los sojeros, los banqueros y los grandes capitalistas

Solicitada Nuevo Más.

HACE FALTA UN PARO GENERAL ACTIVO QUE UNA A OCUPADOS Y DESOCUPADOS

El país esta viviendo una importante crisis política, económica y social. La inflación de la primera semana de julio fue superior al 2,5% y la segunda al 1,5%. Ir al chino es una aventura cercana al infarto. De todas maneras, cuanto más rápido uno va a gastar sus pesos, más valen, o dicho de otra manera, la presión por una devaluación brutal sigue en marcha. El blue ya ronda los 300 pesos.

Las internas del gobierno casi lo hacen colapsar. Cristina le echaba la culpa a Guzmán; ahora lo acusa de irresponsable por haberse ido… Todos aplaudieron a Batakis, la ministra de consenso del Frente de Todos, que ahora aplica el plan de Guzmán, que no es otra cosa que el ajuste del FMI.

Macri, Larreta y Bullrich apoyan el ajuste, aunque les gustaría más rapidez, como dijo López Murphy. Quieren que Fernández haga el trabajo sucio y ellos seguir esperando al 2023 para ganar las elecciones.
Milei pregona una “solución” aún más salvaje. Propone una devaluación del 300%, con la consecuente pulverización del salario y de los puestos de trabajo. Además de otras barbaridades como la “venta de órganos para hacer plata”…
Ahora arrancó la segmentación tarifaria, que es la manera “fernandista” de decir tarifazo brutal. Es mentira que solo va a pagar la tarifa total el 10% más rico. Los topes son muy bajos, así que la mayoría va a ligar el aumento.

El gobierno del FdT tiene mano de seda para los empresarios, y para los trabajadores mano dura y ajuste (alienta incluso la persecución judicial a los movimientos de desocupados). Alberto y Cristina no suben las retenciones a los del campo. Dejan pasar la suba de la soja y el trigo a causa de la guerra en Ucrania sin aumentar retenciones. No tocan a los que la fugaron ni a los que tuvieron ganancias extraordinarias o sobrefacturaron importaciones. No tocan a los especuladores, a los formadores de precios, a los remarcadores seriales. No tocan a los bancos, ni a las multinacionales, ni a los Rocca, ni a los Magneto, ni a los Madanes del país. ¡A los que sí ajustan es a los laburantes, a los jubilados, a la educación, a los desocupados y a la salud pública!

UN AJUSTE EN REGLA A TODA LA CLASE TRABAJADORA

Hoy por hoy, las y los trabajadores no somos una clase “homogénea”. A grandes rasgos, estamos divididos en tercios. Un tercio es desempleado estructural, hace changas, trabaja en casas de familia y está en negro; algunos/as tienen un plan social.

Cristina salió a criticar a los movimientos sociales y se sumó a la campaña sistemática de Clarín, La Nación y Juntos de desacreditar a las compañeras y compañeros desocupados. Como si la responsabilidad de crear trabajo fuese del trabajador…

La “solución” de Cristina es que los planes los vuelvan a manejar los punteros del PJ y de la UCR de los municipios. La solución de fondo pasa por crear fuentes de trabajo genuino. ¡Trabajo asalariado en blanco poniendo en marcha el necesario plan de obras públicas para que el país no se siga cayendo a pedazos!

Un segundo tercio de los trabajadores/as está con trabajos precarios, sin estabilidad laboral, con menos derechos y con mucho menos sueldo de lo que corresponde por su actividad. Miles de estatales nacionales, provinciales y municipales están contratados y acaban de cerrar los pases a planta de más de 30.000 trabajadores. El ajuste de Batakis va de lleno contra ellos/as, muchos/as son enfermeros/as y héroes durante la pandemia; ahora material descartable.

Los tercerizados ferroviarios hacen tareas ferroviarias y les pagan como de “seguridad”. Un caso extremo de la precarización es el de las y los trabajadores por aplicación (Rappi, Pedidos Ya, Uber Eate) que ni son considerados trabajadores: no tienen relación laboral, no tienen ART, no tienen vacaciones, ni aguinaldos, nada de nada. Estos compañeros/as se vienen organizando en el SIiTraRepA (Sindicato de Base de Trabajadores por Aplicación) para que sea reconocido el sindicato, la relación laboral y tener paritarias.
Mientras el FMI, Juntos y Milei piden la reforma laboral por ley, Cristina, Alberto y Massa hacen la reforma laboral de hecho con la complicidad de la CGT, cambiando los convenios y empeorando las condiciones de trabajo lugar por lugar. Hace unos meses cambiaron el convenio de Toyota para obligar a los trabajadores a trabajar los sábados mediante una asamblea trucha donde todo el mundo “levantó la mano”, porque si no, sabían que eran boleta…

El tercer tercio son las y los trabajadores que están efectivos, en blanco y bajo convenio. A los ataques flexibilizadores se suma el ajuste vía inflación: ¡los sueldos por la escalera y los precios por ascensor! La única política “antiinflacionaria” que se le ocurre al gobierno y a los empresarios es ajustar a los trabajadores y trabajadoras con la excusa del “gasto público”, o que la empresa “no puede competir”. Ni se les ocurre sacarles los dólares a los millonarios del campo o de los bancos; poner retenciones del 50% o controlar los precios bajo apercibimiento penal.

¡La única política es ajustar las tarifas y a los trabajadores!

Las paritarias son un derecho y una conquista que en tiempos normales sirven para discutir aumentos de salarios, aunque estén manejadas en forma antidemocrática por los burócratas sindicales. Pero en las condiciones actuales, con inflación de dos dígitos que se acerca peligrosamente a tres, las paritarias siempre corren detrás. Y mucho más cuando los aumentos son en cuotas y en porcentajes que no son acumulativos. Así llegamos a esta situación donde la antes poderosa UOM tiene salarios por debajo de la línea de pobreza.

¡DIRIGENTES SINDICALES MÁS TRAMPOSOS Y VENDIDOS NO SE CONSIGUEN!

La CGT y las CTAs apoyan a un gobierno que consideran “propio”… Pero también dejaron pasar las medidas de ajuste de Macri, sobre todo el acuerdo entreguista con el FMI que este gobierno ratificó. Están hablando de hacer un acto “Contra la inflación y por la unidad” el 17 de agosto… que no parece tener ninguna reivindicación real de las y los trabajadores.

Los dirigentes sindicales vendidos son tan responsables como los gobiernos capitalistas de la actual situación en que se encuentran las y los trabajadores y la juventud: un 33% desocupados, un 33% precarizados y un 33% con salarios de hambre. Desde abajo hay que poner en pie otra dirección de la clase trabajadora

UN PROGRAMA DE MEDIDAS ALTERNATIVAS

La manera de combatir a la inflación es luchar por un salario mínimo vital y móvil que nunca puede ser de 42.000 y pico de pesos como firmó la CGT y demás centrales. ¡Hay que luchar, como propuso Manuela Castañeira, por un mínimo de $160.000! ¡Ese debería ser el primer punto del programa de la CGT!

Pero también se necesita trabajo genuino asalariado, en blanco y bajo convenio. Un reclamo que una a todos los trabajadores y trabajadoras: a los que están en blanco con los trabajadores/as desocupados/as, en negro y precarizados. Por eso, en vez del plan de Batakis y el FMI, que ajusta los gastos del Estado a costa de los laburantes, hay que hacer un verdadero plan de obras públicas que cambie la infraestructura del país, hacer nuevos tendidos ferroviarios, nuevas autopistas, nuevos puertos, nuevas centrales eléctricas para dar trabajo a los millones que no lo tienen.

Hay otra salida: cobrarles impuestos a las grandes exportadoras de cereales, a los grandes productores de granos, a las multinacionales que la levantan en pala. Hay que estatizar el comercio exterior con control de los trabajadores para que se acaben los fraudes de los Vicentin.

Poner la banca al servicio del país y no de los banqueros que hacen fortunas con los bonos del estado que pagamos todos, una banca única del Estado controlada por las y los trabajadores.

Hay que cobrarles impuestos progresivos a las ganancias de los empresarios y no a los trabajadores de la cuarta categoría. Nos decían que si no se acordaba con el FMI el país iba a “estallar”… ¡pero se acordó con el Fondo y estamos peor! Hay que romper el acuerdo con el FMI.

Hay que apoyar a los que están luchando, como los trabajadores el SUTNA por aumento de salario y por el pago de las horas del fin de semana al 200%.

Comentarios

  1. El modelo que propone el MAS ya se probó en 1920 en la URSS y cómo todos los que leyeron historia saben, termino con millones de muertos, hambruna y trabajo esclavo, estatismo a rajatabla, burocracia, deterioro de los servicios públicos y de la infraestructura. El socialismo es sinónimo de atraso y tragedia.

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