“Mi gran deseo es saber dónde está mi hija”

Los 100 años de Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo

“Hoy es un día muy emocionante, me da ternura porque la imposibilidad física que ella tiene no le impide venir a las reuniones todas las semanas, participar y expresar su pensamiento. Hoy está sorprendida porque no se esperaba una fiesta tan comunitaria. Están sus nietos y bisnietos, amigos y parientes que han venido de diferentes provincias”, dijo Estela de Carlotto a PáginaI12. Su nieto explicó que “ella esperaba un festejo tranquilo como todos los años en la sede de Abuelas donde mi otra abuela, Raquel, le hacía el chocolate con churros. Pero hoy es un festejo enorme y para seguir con la tradición y homenajear a Raquel, sostuvimos el mismo menú”.

En medio de los festejos, Roisinblit recibió el llamado de la ex presidenta CFK: “Tuve el gran honor de hablar con Cristina Fernández de Kirchner. Me llamó para felicitarme por mi cumpleaños y le agradecí por concederme esos minutos. Estoy muy contenta, hoy es un día de todas cosas contentas”, dijo la abuela centenaria que nació el 15 de agosto de 1919 en Moisés Ville, Santa Fé. Rosa Tarlovsky -su nombre de soltera- estudió y se graduó en la Universidad del Litoral con el título de Obstetra, luego vino a vivir a Buenos Aires, donde conoció a Benjamín Roinsinblit con quien se casó y tuvo a su única hija, Patricia. El 6 de octubre de 1978, Patricia embarazada de 8 meses junto a su hija de un año, Mariana Eva Pérez, y su compañero, fueron secuestrados por la dictadura. Rosa pudo recuperar a su nieto, nacido en la ESMA en 2000, cuando ya era vicepresidenta de Abuelas.

El nieto de Rosa, emocionado y con uno de sus hijos en brazos, dijo: “Mi abuela es una persona que admiro con profundidad. Tranquilamente podría haberse quedado en su casa llorando o lamentando la pérdida que tuvo y sin embargo viuda y sin su única hija, salió adelante, fue a buscar a otras que estaban en su situación y empezaron a luchar para encontrarnos”.

Cuando Pagina 12 le preguntó a Roisinblit cuál era su mayor deseo, no dudó: “Mi gran deseo es saber dónde está mi hija. Si ella estuviese conmigo no tendríamos esta reunión. No pasaría nada, estaría en mi casa, a lo mejor tejiendo para mis nietos y bisnietos. Pero hoy estoy muy contenta y agradecida por todas las personas que me están acompañando”.

Estela de Carlotto resaltó: “La emoción y la alegría que tenemos hoy va en concordancia con los tiempos que estamos viviendo en el orden político. La sonrisa que se nos dibuja otra vez en la cara es porque tenemos la esperanza de volver a tener, otra vez, un gobierno que nos quiera y nos respete”.

FUENTE: PÁGINA 12

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