Lo que no nos pueden explicar sobre Santiago Maldonado

Publicación pedida por la Fuerza Peronista para la Victoria.

Un año pasó ya desde que la Gendarmería reprimió ilegalmente en el Pu Lof Resistencia de Cushamen, donde desaparecieron a Santiago Maldonado. Tantos meses, marchas, lucha después, todavía no nos quieren decir qué le hicieron a Santiago. El encubrimiento y las irregularidades en la causa confirman lo que siempre dijimos: fue Gendarmería. La complicidad es absoluta. A los que se burlaron, a los que desestimaron, a los que callaron, les preguntamos por qué no se hicieron los peritajes correspondientes para determinar qué celulares estaban alrededor al momento de que, luego de desaparecido, se atendió una llamada desde el teléfono de Santiago. Por qué efectivos de la policía de Chubut, acompañados por empleados de Benetton, quemaron la casilla en donde se lo vio por última vez a Santiago, antes de que se reconstruyan los hechos. Por qué Pablo Noceti, mano derecha de Patricia Bullrich, avisó a Gendarmería el 3 de agosto que el 5 de ese mismo mes requisarían los vehículos utilizados en el operativo ilegal. Por qué el juez Guido Otranto falseó las pistas del rastrillaje de ese mismo 5 de agosto, cuando aseguró que la gorra de Santiago fue entregada por mapuches cuando en realidad la encontró tirada una empleada del Ministerio de Seguridad. Por qué Daniel Barberis, el encargado de Violencia Institucional del Ministerio de Seguridad de la Nación, envió un audio a efectivos de Gendarmería advirtiendo: “Si nosotros no podemos salir juntos de este barco, encalla y en el barco están ustedes y nosotros”. No nos alcanzarán estas líneas para contar todas las cosas que escondieron y encubrieron, las que no responden, porque no tienen respuesta que no los inculpe.
La desaparición y posterior muerte de Santiago Maldonado se da en un contexto claro: la represión para cuidar las tierras que se venden de manera ilegal a los magnates extranjeros, entre ellos, amigos del presidente Mauricio Macri como Joe Lewis. Santiago murió defendiendo a sus hermanos, a los nuestros, a los pueblos originarios de estas tierras. El decreto firmado en los últimos días por Macri sobre el nuevo rol de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad interior, no tenemos dudas que también caerá sobre operativos similares al que terminaron con la vida de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
Querrán legalizar la represión inventando peligros y enemigos internos que no existen. Todo, en pos de entregar la tierra y los recursos naturales del sur de nuestro país. La muerte de Santiago no será en vano: cada día, cada semana, cada mes, cada año, y todo el tiempo que sea necesario, seguiremos exigiendo justicia. A donde vayan los iremos a buscar no es un slogan, es lo que sufrirán los represores y culpables de este y todos los casos similares. Será justicia, y por vos, por tu lucha, por tus ideales, venceremos, Santiago.

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