“La otra verdad, la otra Justicia”

El 24 de marzo del  2019, fue, después de 40 años,  la primera vez (salvo error) que me encontré en Chacabuco, en un día tal. Recientemente arribado del exterior, me invitaron a concurrir a un homenaje en la Plaza Principal, frente a lo que debe ser un monumento. En él, estaban (están) inscriptos 8 nombres de personas que, de no haberlas conocido en el pasado, me hubiera preguntado qué había pasado con ellos pues, nada decía al respecto. Nada dice del porqué esos nombres están allí. Puede uno pensar que tal vez, sean personas que fallecieron, por ejemplo, en un accidente vial o que se les cayó un balcón mientras tomaban un café en el bar vecino. Nombres masculinos y femeninos, inscriptos como con miedo, con vergüenza Como tapando algo…

 Alrededor de la Obra Pública mencionada, se ubicaron militantes (supongo..) de organizaciones políticas que desplegaban toda la artillería político-partidaria-propagandista con banderas identificatorias ya que se aproximaban las elecciones. Allá, dos o tres corrientes peronachas, un poco más retirados y  detrás de una gran bandera de la Juventud Radical (así decía) juntábanse los radicachos y, otras “fuerzas políticas”, todos unidos, en pos de propagandizar a su organización para las próximas urnas más que para lo que me dijeron sería: Un homenaje.

Eso fue, no más que una FARSA. No muy lejos nuestro, un señor, vestido de “pende”, vociferaba frente al micrófono y por los parlantes, algún par de barbaridades que, por un lado nada tenían que ver con el homenaje y lejos estaban de la verdad. Decía este mal vestido personaje que, y cito: “..fue el Dr. Alfonsín el que trajo la democracia..”. Y nada más lejos porque en realidad fue al contrario. Fue esta democracia, lo que permitió al Partido Radical, presentar a los electores a un candidato a Presidente que resultó ser, este señor Alfonsín quien y por suerte para todos, ganó las elecciones en la lista del radicalismo. Ergo, que Alfonsín NO trajo, sino que fue traído por esta democracia.

Y como dije, por suerte. Nosotros, de haber estado en el país, le hubiéramos votado. Pero, vamos al del discurso. Le pregunté a la persona que me acompañaba, quien era semejante sujeto y me dijo. El Intendente (!!) Un típico prepotente, cachafaz, según, en fin, de esos con problemas con el cromosoma 21.  Después, un empleado de los derechos humanos dijo algo así como no se qué y otra dama, esta con el título de presidente parece, quiso decir. Y nos retiramos. La farsa había finalizado. El circo, desmontaba su escenario.

¿Y los nombres del monumento? Parte de los desaparecidos de Chacabuco. Siete “peronistas” y uno, como decorado, perteneciente al PRT-ERP y menos mal que como escritor, Haroldo Conti, tuvo trayectoria internacional, mas allá del valor de sus escritos y de sus acciones para con la Coordinadora de Tendencias por el Socialismo de Chacabuco. Pero su nombre, adorna. De las chicas, conocí a dos: Pregal y Ross. De los muchachos, a todos. Inclusive al quinto, al que murió “por su cuenta”, tres años atrás dificulto que alguien, les haya conocido más que yo: Eran clientes en mi peluquería y me confiaban sus cosas aún, estando yo, en desacuerdo con sus actividades.

No fueron para homenajear a desaparecidos ni para recordar el día en que fue coronado otro dictador, concretando aquella tarde, un Crimen de Lesa Patria. Fueron como parte de la campaña electoral para atraer votos. Una ficción.  Y el propio monumento a los peronistas desaparecido engalanado por el escritor famoso, es parte de la negación de la historia, de lo grotesco, de lo chabacano. Porque de la misma manera que mintió el intendente, mienten los organizadores. Hay tres desaparecidos más que no figuran en el pequeño muro: Miguel Ángel Pais, Mario y Sergio Clarc. Claro; Ninguno de estos camaradas, eran peronistas. PRT-ERP el primero y del Partido Comunista Argentino, los segundos.  Como Juancito Marinelli, muerto en acción, perteneciente al PRT-ERP.

Pero, es más, en esto de tapar o intentar tapar la historia; ¿Y los presos políticos de Chacabuco? Para los del embuste, no existen.  La historia no fue solamente muertos sino, un gran paquete de otras cosas. Como el endeudamiento del país, Los recordaré aquí, para que otros también, recuerden:  Dr. Nelson Coronel, Dr. Ernesto Fernandez**, Ricardo Alegre, Pedro Diaz (Cacho), Alicia Palacios, Juan Carlos Pérez (Toto),  Abel Montes,  Cacho  Sirón , Oscar Fernández,  Heraldo Lazcoz, Horacio Arce, Cholo Bergaglio, Chacho  Poy… (estos tres  últimos, símbolos de la barbarie de sus torturadores). 

 Observe el lector, que ocurrió que, en aquel marzo, Chacabuco tuvo el primer desterrado en sus 111 años de existencia: El que firma esta nota. La historia no es plana. Tiene altibajos, pero con una verdad, se puede explicar mejor. Esos muchachos cuyos nombres están en el Monumento, no murieron por accidente. Murieron en una guerra, porque tenían, caramba, tenían IDEALES. Y eso debe decir en todo monumento a sus memorias. Así, sin miedo, sin temor, con la Verdad, con la Justicia. Sin egoísmos. Con respeto. Con la buena memoria. De manera que dejen de ser estos “homenajes”, un simple ir a un velorio a llorar. Es necesario un verdadero Homenaje, que refleje las luchas, aún equivocadas, de todos esos que dieron, lo que tenían, por sus ideales.

      *Sanseverino es miembro del Foro de Pensadoras y Pensadores independientes de Chacabuco                                                                                 

  ** El Doctor Fernández, logró escapar antes de ser detenido gracias al aviso de Alicia Palacios quién, poniendo su vida en peligro, advirtiera desde el teléfono público de al lado de su hogar, al Dr., Coronel y a Fernández después, que debían huir, dado las circunstancias.

       DECLARACION DE RESPONSABILIDAD Judicial y Social.

      Por la presente yo, EDGARDO SANSEVERINO   LENº 4580569 domicilio legal Gral. Pintos 318  de CHACABUCO   (B), me declaro responsable por lo manifestado más arriba, en el artículo. LA OTRA VERDAD ( LA OTRA JUSTICIA) a publicarse en este medio el 23 de marzo de 2022.