“La culpa es del otro para no hacerse responsables de los errores”

La falta de agua corriente en nuestros hogares rápidamente fue endilgada como causa única a la responsabilidad de los vecinos por llenar sus piletas. Aunque con una inversión menor en el sector, el problema disminuyó considerablemente. Es decir, no se hace mención alguna de que no hubo interés de realizar obras durante 6 años en nuevos pozos.

Se anuncian medidas implacables para quien no cumpla con las medidas sanitarias de aislamiento. Pero al pueblo de Castilla no le brindan la posibilidad de contar con un cajero para realizar operaciones bancarias a pesar que fue aprobado por ordenanza del concejo deliberante. De esta manera no tendrían que trasladarse sus residentes, con los riesgos e inconvenientes que ello implica.

La culpa es del otro y la otra también la utilizan como modo de hacer política con el objetivo de incitar el enojo y el malestar de los chacabuquenses que están pasando por un mal momento.

Se muestran preocupados por el regreso a las aulas. Sin un atisbo de reconocimiento a la labor, esfuerzo y salud de los docentes y directivos en este año tan complejo. Es una realidad concreta la imperiosa necesidad educativa y vincular de volver a contar con las clases presenciales. Pero también es verdad que desde el 2015 al 2019 no tuvieron la misma preocupación cuando cerraron la escuela 42 y fusionaron cursos en desmedro de toda la comunidad educativa.

Se muestran preocupados por la economía cotidiana y el aumento de precios. Pero nada dicen de la especulación financiera, el endeudamiento feroz, la destrucción de la matriz productiva, la concentración económica, que generó el gobierno de Macri y que tuvo como consecuencia local el cierre de Nidera, los despidos de Ingredion, una avenida Alsina sin comercios, etc. Sin olvidarme de mencionar la promesa de una empresa de luces que nunca llegó.

La culpa es del otro para no hacerse responsables de los errores y como estrategia política de potenciar el mal humor ciudadano. La gestión no solamente implica realizar un diagnóstico de los problemas de nuestra comunidad y tratar de resolverlos. Requiere también de generar un ámbito de discusión y disenso sin estimular los desencuentros comunitarios.