“En caso de aprobarse el aborto, se presentará una catarata de pedidos que saturará al Estado económica y estructuralmente”

El vecino Oscar Gómez Coutrix pidió la publicación de la siguiente nota con respecto al debate por el aborto.

Se avecina una vez más en nuestro país, el tratamiento en el Congreso Nacional del tema del aborto, producto de un proyecto enviado desde el Departamento Ejecutivo, por el presidente Alberto Fernández.

Al respecto, quiero dejar sentada mi posición personal, en cuanto a la eventual posibilidad de legalizar la interrupción de embarazos en forma generalizada.

La misma no está influenciada por una cuestión religiosa, ya que no soy creyente, sino humanista y científica en tanto y en cuanto un embrión, proveniente de un espermatozoide y un óvulo humanos es, en definitiva, un nuevo ser humano en proceso de gestación.

Si una persona, sea mujer u hombre, quiere tener sexo sin intención de procrear, a lo cual todos tenemos derecho sin ninguna duda, existen hoy en día muchos métodos de evitar un eventual embarazo.

Si dichos métodos no le produce placer alguno, existe la opción de una ligadura de trompas de Falopio en el caso de mujer o una vasectomía en el caso de hombre.

Ambas intervenciones pueden ser revertidas en un futuro, si alguna de estas personas decide finalmente cambiar de opinión para procrear.

El Estado podría cubrir legal y económicamente dichas intervenciones, en lugar de dejar hacer para luego tener que intervenir en una lamentable interrupción de un embarazo no buscado. Paralelo a ello, la educación general, en cuanto a la planificación familiar, debería ser una tarea indelegable del propio Estado.

Por último y no por ello menos importante, estoy convencido de que, llegado el caso de aprobarse el aborto legal y gratuito, se presentará una catarata de pedidos al respecto, que saturará al propio Estado económica y estructuralmente ya que, por diversas razones, no podrá canalizarlas a todas en tiempo y forma, lo que generará nuevos e impredecibles enfrentamientos sociales y de conciencia.

Cuando los gobernantes improvisan solamente por cuestiones políticas y/o electoralistas, se producen hechos caóticos que luego son muy difíciles de solucionar.

Lamentablemente, sobran ejemplos al respecto.

Oscar Gómez Coutrix

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