Comenzó la carrera por la sucesión

El 2023 comenzó con una bomba que el oficialismo no esperaba: se destapó un hecho de corrupción dentro del corralón municipal que afectó e hirió a una de las banderas que levantaba la Gestión Aiola, la transparencia.

Ese hecho, y los que se desencadenaron (y se desencadenarán de aquí a octubre), aceleró el tiempo de definiciones. Un escenario en el que el Intendente decidiera al candidato en el momento que lo creyera conveniente, ya no es posible.

En plena ebullición por el “caso corralón”, el senador Agustín Máspoli, fue el primero en plantear públicamente un escenario que excluye a Aiola de las candidaturas. “El radicalismo necesita un candidato nuevo, hace falta una renovación”, dijo. Dos meses atrás, un comentario de ese estilo hubiera roto una relación que tiene sus idas y vueltas con el jefe Comunal. En este caso, casi que la consensuaron en el despacho de Reconquista 26.

Casi en paralelo, el presidente del Bloque de Juntos, Alejo Pérez, planteó que “la discusión Aiola Golía es obsoleta”, en un doble tiro que pretende correr a Aiola de la discusión, pero que también golpea al Frente de Todos, que ya tiene definido a su candidato para este año.

Las declaraciones de Pérez, no son inocentes: quiere ser el candidato a intendente de la Unión Cívica Radical, y para eso ha comenzado a trabajar, aunque en privado aún no se anima a expresarlo. Algo de eso se habló en la reunión que el propio Aiola hizo pública a través de una foto, con la sugerente presencia de un estetoscopio sobre la mesa. Quien conoce al jefe Comunal, sabe que es imposible que se le pase por alto un detalle como ese en una foto. El caso de los fideos con carne en una escuela, lo educó en la importancia de las imágenes a la hora de comunicar.

El otro que esta anotado en esa lista de sucesores es el presidente del Concejo Deliberante, Lisandro Herrera, que tiene un recorrido más amplio en la política y fue esperando el momento que, internamente, cree que ha llegado.

Entre ellos dos, se definirá el candidato de la UCR para las próximas PASO, ambos lo saben y lo han hablado. Mantienen una buena relación y acordaron que una vez definido el nombre, el otro lo acompañará.

Cada uno muestra sus fortalezas e intenta convencer al resto de sus ventajas sobre el otro. Herrera tiene más militancia y tiene, al día de hoy, un equipo militante que lo apoya y que está dispuesto a trabajar por su candidatura.

Pérez, por su parte, reconoce esa dificultad que tiene con la llegada a los sectores “más bajos”, pero saca pecho de su relación con los sectores del agro, la empresa y la industria.

De todas formas, se sabe que lo que manda son los números y, por eso, quien mas mida es quien mas chances tiene de encabezar la boleta.

Aiola, por su parte, como buen conductor, no ha tomado partido por ninguno de los dos y sigue guardándose la decisión sobre su reelección, aunque lo estén apurando desde el Partido. “Debería definirse en los próximos 15 días”, aseguran todos los dirigentes que consultamos.

El intendente, como hombre que ha citado a Perón en numerosas ocasiones, tiene pensado “desensillar hasta que aclare”. Sabe que la Gestión está en uno de los momentos más bajos y siendo bombardeada por varios frentes.

Tiene en su haber 4 batallas, todas ganadas. Una buena opción es retirarse invicto y, cuando el tiempo borre los malos recuerdos, volver a ser candidato.

Varios encuestadores han sido contratados para medir el impacto de las sospechas que se han sembrado sobre las compras del municipio, entre otras cosas. El resultado de esos números, van a dejar un panorama más claro de los pasos que se van a seguir en el Comité Alem, para el desafío de gobernar la ciudad por tercer período consecutivo, algo que no ha ocurrido en Chacabuco desde la vuelta de la democracia.