Como arquitecta y vecina nacida y criada en Chacabuco, decidí volver a mi ciudad con la esperanza de aportar desde mi profesión al desarrollo de una comunidad más ordenada, equitativa y sustentable. Desde entonces he observado con atención el crecimiento urbano de nuestra ciudad. He sido testigo de la construcción de nuevos barrios, del asfaltado de calles, de obras que celebramos como parte del progreso. Sin embargo, también he advertido una realidad preocupante que se ve, pero no siempre se dice: Chacabuco está creciendo sin planificación urbana integral.
Cada lluvia intensa —como las de estos días— deja al descubierto lo que muchas veces queda bajo tierra y fuera del foco político: la falta de infraestructura básica, la ausencia de sistemas de desagües pluviales bien diseñados, las cloacas subdimensionadas, las pendientes mal resueltas, las bocas de registro inexistentes o inaccesibles para su limpieza y mantenimiento.
Estas no son obras “menores”. Son fundamentos esenciales para que una ciudad funcione. Sin ellos, todo lo construido encima —por más lindo que luzca en una foto— está en riesgo. Los vecinos lo saben, los bomberos lo enfrentan, la comunidad se organiza como puede para paliar lo que debería estar resuelto desde el diseño urbano, no desde la emergencia.
No se trata de un reclamo partidario. Esto trasciende las banderas políticas. Se trata de exigir lo que cualquier ciudad debe tener para garantizar seguridad, salud y calidad de vida a sus habitantes. Se trata de aplicar los principios del urbanismo: pensar una ciudad con visión de futuro, con todas sus redes e infraestructuras, no solo con las que se ven.
La planificación urbana no puede depender del color político de turno. Necesitamos políticas de Estado, continuidad técnica, un plan urbano integral que no se abandone con cada cambio de gestión. No podemos seguir improvisando el trazado de una ciudad que crece. No podemos seguir poniendo parches donde hacen falta soluciones estructurales.
Como profesional, como ciudadana, como parte de esta comunidad, me pongo a disposición para colaborar, proponer, sumar. Pero también para señalar con claridad: la ciudad necesita ser pensada desde sus cimientos, no desde la superficie.
Con respeto, con compromiso, con esperanza,
Fany Gueli
Arquitecta – Vecina de Chacabuco
Muy buena nota ,es hora que los políticos sin distinción de color o partido entiendan que hay cosas que deben ser políticas de estado
Más que aplausos para esta solicitada