“¿Bendición o maldición? “

Columna de reflexión del Pastor Presbítero Mariano Rosato. Centro Cristiano Familiar

Cierta vez en un retiro de hombres, oí preguntar al orador, “¿a quién alguna vez se le escapó el perro, gato o mascota? Todo el auditorio levantó la mano asintiendo, sin embargo el comunicador aseveró “a mí nunca me pasó”. En el ida y vuelta, los oyentes cuestionaron en voz alta “¿cómo que no?”, y el disertante justificó expresando: “¡porque nunca tuve!”

A nadie se nos puede escapar lo que no tenemos. Nuestras acciones, nuestras palabras y expresiones, son producto de quiénes somos y llevamos por dentro.
Jesús dijo “de la abundancia del corazón habla la boca”. Cuando herimos, o actuamos mal, nos justificamos con un “se me escapó”. Y nada se escapa, simplemente sale lo que hay en nuestro interior, alma, corazón o mente. Si hay amor saldrá amor, si hay odio, saldrá odio, etcétera. Eso evidenciaremos.

Cuando me preguntan ¿Qué es bendecir o maldecir? la respuesta es simple, maldecir es “decir mal”, bendecir “es decir bien”. Lo mismo sucede con nuestras acciones.
Que bueno preguntarnos ¿Bendigo o maldigo?
El resultado colectivo de una sociedad es la consecuencia del estado individual de sus miembros. Cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, sin dudas solo seremos bendecidos y de bendición. ¡Espero decidas recibirlo!

Pastor Presbítero Mariano Rosato. Centro Cristiano Familiar.

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