Ricardo Bottega, de 60 años, Carlos Reinger, bombero voluntario de 39 años, Alejandro Centeno de 36 años, Mateo Pellegrino, bombero voluntario de 27 años, Juan Ramón Sanchez de 50 y Nicolás Sánchez, bombero voluntario de 28 e hijo de Nicolás, perdieron trágicamente la vida en un pozo de bombeo cloacal de la localidad de Blaquier, partido de Florentino Ameghino. Algunos fallecieron en el lugar, y otros camino al hospital de Florentino Ameghino.
Salvo Bottega, el bombista oriundo de Florentino Ameghino, las cinco víctimas restantes eran de Blaquier. Ambas localidades viven horas de conmoción por semejante tragedia.
Todo se desencadenó luego que Bottega, un reconocido bombista ameghinense que había sido contratado para realizar tareas dentro del pozo de bombeo, en un sitio conocido como «el cigarro» (por su forma), ingresó a realizar sus labores sin máscara de protección; comenzó a sentirse mal y no pudo salir a la superficie. Alertados de la situación, intentaron rescatarlo, desconociendo el peligro fatal que había en el fondo del pozo, y, de a uno al intentar el rescate de los que no salían, tuvieron el mismo desenlace.
La hipótesis preliminar que podría haber provocado el fatal desenlace es que el pozo -que es parte del sistema de cloacas de la localidad- contenía unos 70 centímetros de aguas servidas, por lo que los gases producidos por el líquido cloacal y acumulados en el lugar, podrían haber sido la causa de la tragedia, teniendo en cuenta el contexto de encierro. Los cuerpos quedaron boca abajo y demandaron ingentes esfuerzos para ser retirados del lugar.
Luego de cumplimentar los primeros trámites de rigor, los seis fallecidos fueron trasladados a Junín, donde se realizarán las autopsias correspondientes que determinarán de manera oficial las causales de muerte.
Fuente: Semanario de Junín