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El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, compuesto por Karina Yabor, Ricardo Basílico y Andrés Basso, avanza en el juicio contra los represores José Ignacio Saravia Day, Jorge Antonio Bergés y Pedro Raúl Muñoz. Este proceso investiga los delitos de lesa humanidad cometidos contra más de 112 víctimas en la Comisaría 5°, un centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
La Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia actúa como querellante en este juicio, que forma parte del tercer tramo de la causa. Los dos primeros estuvieron relacionados con el denominado “Circuito Camps”, una red de centros de detención y tortura operada en la provincia de Buenos Aires durante el terrorismo de Estado.
Testimonio clave
Uno de los testimonios más relevantes fue el de Teresita Cassino, quien declaró de manera virtual sobre la desaparición de su hermano José Alberto “Pepe” Cassino. Lo hizo en una audiencia por Zoom en dónde estaban presentes los represores juzgados. Pepe fue secuestrado el 3 de enero de 1977 junto a su esposa Clarisa Adriana García en su domicilio de Tolosa, La Plata, apenas un día después de regresar de su luna de miel. Ambos eran militantes de la Juventud Peronista y Clarisa también formaba parte de Montoneros.
Durante su relato, Teresita explicó que su hermano era presidente del Centro de Estudiantes Universitarios de Chacabuco (CEUCH) y recordó cómo los represores revisaron su casa antes de llevárselo: “Tenía revistas y poesías que él mismo escribía. Primero le dijeron que no pasaba nada, pero a la media hora volvieron y se los llevaron en autos diferentes”.
La última información que la familia tuvo de Pepe provino de su amigo y compañero de militancia, Hugo Marini, quien estuvo detenido junto a él y fue liberado tiempo después. “Nos dijo que seguramente en breve los iban a largar a ellos también, pero nunca más tuvimos noticias hasta 2012”, relató Teresita.
Ese año, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar los restos de José, que fueron restituidos a su familia. Sin embargo, Clarisa continúa desaparecida.
La lucha por la memoria y la justicia
Teresita recordó también el incansable trabajo de su madre en Madres de Plaza de Mayo y el largo camino de la familia en la búsqueda de la verdad. “Fueron años de lucha, de dolor y de incertidumbre, pero seguimos adelante con la convicción de que la memoria y la justicia son fundamentales para que estos crímenes no se repitan”, expresó.
El juicio continuará el jueves 3 de abril a las 11 hs, con nuevas audiencias en las que se espera la declaración de más testigos y la presentación de pruebas sobre los crímenes cometidos en la Comisaría 5°.
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