Un gracias eterno

Hago público y extenso este agradecimiento en voz de kelo para quienes estuvieron con él en este último tramo de su vida. A Mariela Nawojczyk doctora y directora de nuestro hospital de Carmen, amiga de la vida a quién llame esa noche desesperada y me dijo sin dudar tráelo ya Aye…a Celeste Trotti directora de Salud y reconocida pediatra, a quién Kelo vio crecer y formarse en quién es hoy… por su gran amistad con su madre Elsa Danti…ambas con una humildad, carisma, compresión y amor hacia él único.

A la doctora Sandra Languilla quién sin ser su médica de cabecera se puso a Kelo al hombro y con él a nosotras tres (Piru, Marita y yo)… Quienes todos los días la esperábamos en la puerta de la habitación para preguntar, indagar, para resolver el traslado q tanto deseábamos…a todos los médicos de guardia y profesionales que pasaron por la habitación N°46 del ala 3, en especial a Natalia Ausili por su calidez humana… a todas las enfermeras/os que trabajan en el ala 3… en especial a Cintia Lareu. A todo el personal de limpieza, cocina, seguridad, camilleros, mucamas y demás que trabajan en el hospital… Que hicieron nuestros días se fueran transitando de la mejor manera posible… Recuerdo a cada persona q trabaja ahí cuánto amor nos brindaron a diario.

A su contador de toda la vida y compañero de infancia Julio Pellegrinetti. A su abogado Carlos Cocco quienes me abrieron las puertas de sus estudios como siempre para brindarme el apoyo y los recursos para realizar el traslado a Kelo al Hospital Italiano junto a Mariela y Celeste… pero su corazón no quiso seguir latiendo y no pudo ser…

Al personal directivo y docente de la Escuela N*3 dónde concurre nuestro hijo León, al grupo de padres de 3er C de dicha Escuela por brindarnos el apoyo humano día a dia…en especial a Maria Soledad Leva… que a través de su profesión supo poner en mi las herramientas necesarias para llegar a casa y contar a nuestro hijo esa verdad dificil de poder asumir pero real…

A su sobrino Adrian Zarate quién me ayudó y lo sigue haciendo de tener toda su quinta ordenada y sus camiones como a él le gustaba y nos había enseñado.

Dejó para el final a ellas que no le soltaron la mano desde el primer día hasta el final…quiénes fueron mis pilares para sostenerme y seguir haciéndolo…Sara Zarate (su hermana Pirucha) y Marita Zarate (su sobrina).

Seguramente en este largo recorrido de alguien me estaré olvidando… Pero quiero que sepan a todos y cada uno un GRACIAS ETERNO en nombre de Kelo…

Quienes tuvimos la oportunidad de conocer a Kelo sabemos que fue un hombre con defectos y muchas virtudes….trabajador, honesto y demasiado humilde…y quienes transitamos junto a él el camino de su espiritualidad somos sabedores de que él vive en cada uno de nosotros y no se nos borrará su cálida sonrisa dándonos esa respuesta que queríamos escuchar cada vez que lo consultábamos….

Ayelen Nasso. Su compañera de vida…