Un 4 de abril de 1968 fue asesinado Martín Luther King cuando tenía 39 años de edad. Había nacido en Atlanta, Georgia el 15 de enero de 1929. Fue uno de los más grandes luchadores por los derechos civiles.
No pedía nada raro, trato igualitario, sin distinción de razas ni de color de piel. En 1964 ganó el premio Nobel de la Paz y así extendió su mensaje por el mundo pacifista. Se opuso firmemente a la guerra de Vietnam.
El 4 de abril de 1968 el entonces senador Robert Kennedy anunció por la cadena nacional de Estados Unidos y dijo tengo malas noticias para ustedes, para todos ustedes mis conacionales y para todas las personas del mundo que aman la paz sobre la tierra, Martín Luther King ha sido asesinado.
Por entonces el reverendo Luther King era el máximo referente de la enorme comunidad negra de los Estados Unidos. Había nacido el 15 de enero de 1929 cuando los afroamericanos no podían ni siquiera viajar en colectivo. Tampoco tenían permitido usar los baños públicos reservados para blancos y en los teatros estaban obligados a sentarse en las butacas para gente de color.
La irrupción de su figura tuvo un impacto inusual sobre la conciencia pública y las leyes referida a los derechos civiles norteamericanos. En 1951 se graduó en la escuela técnica de Chester en Pasadena, California y pocos años después empezó a predicar a favor de la integración y la unidad de los afroamericanos en la sociedad estadounidense.
En 1956 le bombardearon la casa y en 1958 mientras daba un discurso en Harlem una mujer le dio una puñalada. Es que Martín Luther King era el poderoso vocero de la opresión que soportaba su raza y también tenía opositores entre aquellos negros que entendían que sus constantes reclamos le generaban conflicto en sus vidas cotidianas.
Sin embargo, el reverendo siguió adelante y construyó su vida a partir del sueño de que un día el país que lo vio nacer le diera la posibilidad a sus hijos de no ser juzgado por el color de su piel, ni de su raza, ni de su religión, sino por sus virtudes y sus defectos. Se opuso a la guerra y peleó por el derecho al voto. A lo largo de su militancia lo arrestaron 30 veces.
El 4 de abril de 1968 mientras estaba en el balcón del hotel Lorraine en la ciudad de Memphis, Tennessee, un francotirador identificado luego como James Earl Ray lo mató de un balazo. Aquel día King había dado uno de sus sermones más apocalípticos. La última frase decía, he visto la tierra prometida y puede ser que no llegue a estar allí con ustedes, pero quiero que sepan que sí, que sé, que llegarán esos días y llegaré a conocer una América unida en la que vivir sin discriminación e igualdad ante las leyes.
En esta sociedad norteamericana de hoy, esos ideales que lejos están.