Hace unos años, la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán pusieron en marcha con éxito el primer Estudio de Reposo en Cama por Gravedad Artificial para observar la respuesta de un cuerpo postrado sobre una cama en situación de ingravidez durante varias semanas.
Ahora, ambas instituciones abrieron otras dos nuevas convocatorias para seguir descubriendo nuevos detalles sobre la respuesta del cuerpo ante esta situación y buscan tanto hombres como mujeres dispuestas a pasar 59 días tumbadas sobre una cama a cambio de 11.000 euros.
Las personas que quieran participar tendrán que estar saludables, tener entre 24 y 55 años y no fumar. Además, deben tener una altura de entre 153 y 190 centímetros y un Índice de Masa Corporal (IMC) de 19-30 kg/m².
Asimismo, quienes deseen participar en la investigación deberán tener buenos conocimientos del idioma y disponibilidad para desplazarse hasta Colonia durante varios meses.
En caso de cumplir todos los requisitos y querer formar parte de esta experiencia, deberán enviar un correo con su nombre y apellidos a [email protected] para presentar su candidatura para la tercera fase de la investigación. Los resultados de este estudio servirán para futuras misiones espaciales de larga duración.
Una vez que sean elegidos, los candidatos y candidatas deberán estar 15 días antes de iniciar el experimento como parte de la preparación. Asimismo, deberán pasar otros 15 días después de la prueba, para el proceso de recuperación.
Durante el experimento los voluntarios tendrán que pasar 59 días en una cama que tendrá una elevación de seis grados en la zona de los pies. Todo ello para que los líquidos se vayan hacia la cabeza y puedan analizar las consecuencias. También deberán pasar 30 minutos en una cama centrífuga, que servirá para simular la gravedad artificial.
Los candidatos no solo deberán permanecer acostados en la cama, sino que deberán realizar todas sus actividades cotidianas en ella. Desde bañarse y vestirse hasta comer o hacer ejercicio.
Todo ello con el objetivo de recopilar datos sobre la presión arterial, la frecuencia cardíaca, absorción de nutrientes, el gasto de energía, la posible pérdida ósea y muscular e incluso el estado de ánimo de los participantes.
Basándose en los resultados de este estudio los responsables de la investigación tratarán de desarrollar medidas preventivas más efectivas para garantizar el bienestar de los astronautas en futuras misiones a largo plazo a bordo de la Estación Espacial Internacional, en la Luna o en Marte.