POLICIALES

Solicitada | Un vecino contó un hecho de violencia que sufrió su hijo en la escuela

Publicación pedida por el vecino de Rawson, Joel Herrera.

“El día 22 de septiembre se realizó una recreación por el Día de la Primavera en la estación ferroviaria, donde participaron todos los cursos de la Escuela Secundaria N.º 2.

Durante la jornada, un alumno de 3.º año comenzó a molestar a mi hijo arrojándole galletitas. Alrededor de las 16:30, ya en la escuela, mi hijo ingresó a su salón (2.º 1.ª), donde se encontraba solo. En ese momento, este alumno de 3.º entró —a pesar de que no le correspondía ese curso— y comenzó a golpear a mi hijo, quien no pudo defenderse”.

“En ese momento no había ningún adulto responsable en el establecimiento: ni preceptoras ni directivos. Pasados unos 12 o 15 minutos ingresó un profesor, quien logró sacar al agresor. Sin embargo, quienes estaban a cargo del EOE tampoco ayudaron a mi hijo, ya que ni siquiera me llamaron para informarme lo sucedido. Fue mi hija, alumna de 5.º año, quien me contactó luego de que su hermano le pidiera ayuda”.

Continúo: “Desde la escuela nunca se comunicaron conmigo ni asistieron a mi hijo, que estaba lastimado. No le ofrecieron ni un vaso de agua, ni lo trasladaron al hospital. Considero que la institución actuó de manera incorrecta desde un primer momento”.

“Al llegar, lo primero que hice fue llevar a mi hijo al hospital, donde el médico me entregó un certificado que debía presentar en la comisaría, ya que la directora nos dijo que ella no podía realizar ninguna denuncia. Nosotros hicimos la denuncia correspondiente”.

Por último comentó: “Mi hijo debe ser operado, y la intervención cuesta más de un millón y medio de pesos. Pedimos a la directora que se haga responsable, pero no nos da respuesta; únicamente pretende que firmemos un papel del seguro escolar, cuando sabemos que eso no cubre prácticamente nada”.

“Quiero remarcar que yo llevé a mis hijos a la escuela a las 13:00 horas para que estén seguros, y esta situación ocurrió dentro del establecimiento, donde deberían estar cuidados. Mi hijo estaba solo, sin supervisión, y ese fue el momento en que el otro alumno aprovechó para agredirlo”.

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