Sergio Massa anunció beneficios impositivos para el campo

Mientras distintas organizaciones del sector agropecuario se declaran en alerta o preparan movilizaciones, el gobierno nacional anunció nuevas medidas para mitigar la crisis. El ministro de Economía, Sergio Massa, las confirmó antes de viajar a Nueva York para encontrarse con el presidente. ¿De qué se tratan?

En primer lugar, se resolvió que aquellos productores rurales que trabajan en zonas declaradas en emergencia tengan acceso automático a los beneficios implementados previamente. Es decir, que no deberán tramitar los diferentes subsidios creados anteriormente.

También se suspenderán las intimaciones por falta de presentación de declaraciones juradas y pago de obligaciones, los juicios de ejecución fiscal y el pago de anticipos del Impuesto a las Ganancias. Asimismo, se levantarán los embargos en las cuentas bancarias y se otorgarán beneficios fiscales para la venta forzosa de vientres.

“A esto se suman un plan de pagos de 48 cuotas para regularizar deudas con AFIP y ordenar la situación de los productores con el organismo, lo que facilitará el acceso a las líneas de financiamiento existentes en el marco de la emergencia agropecuaria”, añadió Massa..

También dispusieron los desembolsos a través de la emergencia agropecuaria en distintas provincias del país.

Durante el año pasado Massa y el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, fueron recorriendo las provincias productoras y anunciando medidas como Impulso Tambero, el Programa de Fortalecimiento Productivo para productores de carne de pollo y cerdo anunciado en Entre Ríos; el Programa Integral para el Impulso y el Consumo de Carne, el Plan LanAr, el Programa Nacional de Agregado de Valor para Cooperativas Agroindustriales “CoopAr”.

“Desde agosto estamos acompañando a las y los productores, destinando más de 40.000 millones de pesos en planes y programas y vamos a seguir aplicando y tomando las medidas necesarias para ayudar a mitigar los efectos negativos de la terrible sequía”, aseguró el ministro tras definir a este periodo como “la sequía más grave de la historia argentina”.