A dos años de que la Argentina se declaró libre de la enfermedad, en los últimos días se detectaron dos casos de gripe aviar, los cuales se sumaron a un tercero confirmado a fines de julio. Estos últimos focos ocurrieron en dos localidades ubicadas a menos de 100 kilómetros de Chacabuco.
El primer caso fue en Arrecifes, donde de detectó la enfermedad en “aves de traspatio”, o sea, que se encuentran en terrenos abiertos o gallineros familiares. En tanto, el segundo foco, confirmado el martes, se dio en un establecimiento de gallinas ponedoras de la ciudad de Los Toldos, partido de General Viamonte.
Los casos fueron confirmados por el Senasa, que dispuso una serie de controles en un radio situado 3 kilómetros a la redonda del establecimiento, así como un área de vigilancia de 7 kilómetros en la que se intensificaron los monitoreos de bioseguridad, así como las restricciones en los movimientos de aves.
También se ordenaron una serie de medidas sanitarias en la granja en la que se detectó el brote, las cuales incluirán el sacrificio y enterramiento de las 36.000 gallinas que se encuentran en el lugar. Posteriormente, se realizarán labores de limpieza y desinfección exhaustivas del establecimiento para erradicar el patógeno.
El Senasa intervino en el caso luego de recibir una notificación que reportaba signos clínicos compatibles con influenza entre aves de la granja de Los Toldos. Los signos reportados incluían depresión, incoordinación y una tasa de mortalidad superior al 10 por ciento.
En medios especializados se informó que si bien esta última región afectada no corresponde a un área de producción avícola significativa, el hallazgo obliga a la Argentina a suspender temporalmente las exportaciones de productos aviares hacia los países que exigen estatus libre de gripe aviar.
Semanas atrás también había sido detectado un caso de gripe aviar en la localidad bonaerense de Lezama.