DURO MENSAJE

“Se cagan en el obrero, en el sindicato y en la sociedad”

Alberto Guerreiro, secretario general del Soerm, se refirió al conflicto que mantiene el gremio con los nuevos dueños de lo que era Ingredion.

Si bien actualmente la actividad es normal, en el ámbito de Ardion, que es la empresa que hasta hace unos años fue Ingredion, se atraviesa un conflicto por temas salariales. Alberto Guerreiro, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Refinerías de Maíz (Soerm), dio un panorama de la situación y se refirió en duros términos al grupo Arcor, que es el nuevo dueño de esta compañía dedicada a la molienda húmeda de maíz.

“Como viene pasando en las paritarias de todos los gremios, no quieren homologar acuerdos y la pauta salarial del Gobierno está por debajo de la inflación real”, se quejó Guerreiro, y explicó que, en el caso del Soerm, el conflicto se originó porque la empresa Ardion no quiere reconocer un porcentaje de aumento que le corresponde a los trabajadores como compensación por los puntos salariales que se perdieron a causa de la inflación que hubo entre mediados de 2024 y hoy, que es el período comprendido por las paritarias acordadas el año pasado..

“Vamos a quedar unos puntos abajo de la inflación y la empresa no lo quiere reconocer. Además, quiere arrancar la nueva paritaria con aumentos del 1 por ciento mensual, lo cual no podemos aceptar porque caería mucho el poder adquisitivo del salario del trabajador”, explicó.

En la paritaria 24/25, informó el gremialista -que es de Baradero- se habían establecido mesas de revisión, para que cuando los incrementos salariales quedaran por debajo de la inflación pudieran negociarse compensaciones.

Conciliación obligatoria

Cuando hace cerca de un mes el gremio pidió que se reúna esa mesa, la empresa se negó a convocarla. Ante esto, el Soerm inició un plan de lucha que comenzó con el quite de horas extras y siguió con un quite de colaboración y, ante la falta de respuestas, se convocó a un paro general en las dos plantas.

En esas circunstancias, el Ministerio de Trabajo de la Provincia dictó la conciliación obligatoria, que se extenderá por un semana más, aunque podría prorrogarse por otros cinco días.

Guerreiro expresó que en el caso de esta empresa, las paritarias siempre se hicieron bajo la órbita del Ministerio de Trabajo de la Nación, que actualmente es Secretaría. De hecho, el próximo lunes habrá una audiencia en ese ámbito y podría pasar que el organismo nacional también dicte una conciliación obligatoria, lo que alargaría aún más los tiempos.

Una cuestión extra que se da en este conflicto es que en los últimos años se dio el proceso de asociación de Ingredion con Arcor, que hasta ahora llegó a la conformación de una nueva empresa, llamada Ardion, y en el futuro de otra, que se denominará Ingrear. La nueva compañía tendrá bajo su órbita lo que eran las dos plantas de molienda húmeda de Ingredion, situadas en Chacabuco y Baradero, y tres de Arcor, ubicadas en Arroyito, Córdoba, y en la provincia de Tucumán.

“No nos dejan ingresar a las plantas”

Guerreiro expresó que a partir de esta asociación “cambiaron un montón, y para peor, las condiciones de trabajo”.

“El Soerm tiene 80 años en Baradero y en Chacabuco está desde el año 2000, y hoy en día a los integrantes de la comisión directiva no nos dejan ingresar a las plantas y hay un montón de derechos que nos quieren sacar. Lo grave es la cuestión salarial. Con Ingredion hemos tenido conflictos, como el de 2017, pero la pauta salarial siempre se pudo hablar. Lo que hay que decir hoy, y uno no intenta hacer política, es que con este gobierno en lo que tiene que ver con el trabajador y los gremios nos están liquidando”, afirmó.

“Nos quieren imponer un salario que ni siquiera es igual a la inflación”, prosiguió Guerreiro, y señaló que, además de que los datos de los índices que da el Indec no reflejan los aumentos de lo que consumen los trabajadores, “si ponen como pauta salarial el 1 por ciento mensual, vamos al muere”.

“En el término de pocos años vamos a pasar de tener un sueldo digno a que todo quede en la nada, como le ha pasado a trabajadores de empresas como Quilmes o Toyota. En esos casos, en pocos años les fueron planchando los sueldos”, dijo.

El directivo del Soerm tiene pocas expectativas de que en la audiencia del lunes se pueda llegar a un acuerdo. “Creemos que no va a pasar nada, porque, como les está sucediendo a otros sindicatos, las empresas patean la pelota para adelante”, dijo.

“Los sueldos de los afiliados al Soerm están un 40 por ciento arriba”

Otra particularidad que tiene este caso es que, mientras que los trabajadores de Chacabuco y Baradero pertenecen al Soerm, los de las plantas de Córdoba y Tucumán están afiliados al gremio de la Alimentación, y tienen salarios menores.

Hasta el momento, los afiliados al Soerm no fueron presionados para incorporarse al Sindicato de la Alimentación, lo cual deterioraría sus sueldos aún más, pero es una posibilidad que no puede descartarse.

“Por ahora no nos presionaron para eso, primero, porque no corresponde, ya que nosotros tenemos un convenio colectivo firmado desde hace años con las anteriores empresas. Igual, no sería raro pensar que en algún momento nos quieran llevar a eso. ¿Por qué? Porque los sueldos de los afiliados al Soerm están un 40 por ciento arriba de los alimenticios. Eso pasa porque en esa actividad no negocian las empresas, sino las federaciones de empresas, donde están representadas Arcor, Nestlé, Granix, que es una empresa más chiquita, y los sueldos siempre los tiran para abajo. Nosotros no somos un sindicato de representación, sino un sindicato de empresa, y discutimos cara a cara con la empresa. Así hemos logrado, por ejemplo, esta brecha salarial del 40 por ciento. Eso no es porque seamos mejores, sino porque cuando los antepasados nuestros arrancaron con el gremio Refinerías tenía dos plantas, la de Baradero y una en Florida. Después cerró Florida y se sumó la de Chacabuco. Ahora hay tres plantas más que están por otro lado. Entonces, por más que no soy peronista creo que habría que igualar para arriba, como decía el general Perón, y mejorar los sueldos de las otras tres plantas y no bajar los nuestros. Pero no es la idea de la empresa”, dijo Guerreiro, que luego fue muy duro al referirse a Arcor.

“A pesar de que Pagani es argentino”

“Para que les quede claro: Arcor es una empresa argentina, no es Ingredion, y, discúlpenme el término que voy a usar, se cagan en el obrero, en el sindicato y en la sociedad, a pesar de que Pagani es argentino. Olvídense de eso que dicen de las donaciones a escuelas industriales. Ellos no colaboran con nadie. Lamentablemente es así”, manifestó.

Finalmente, el secretario general del Soerm dijo que la sociedad entre Ingredion y Arcor ya está prácticamente concretada.

“Mientras estuvo el gobierno de Alberto Fernández no estaba aprobada esta asociación, que se llama joint venture, o sea, negocio de empresas, en la que el 51 por ciento es de Arcor y el 49 de Ingredion. No se lo aprobaban porque las dos empresas unidas se transformaban casi en un monopolio, porque se quedaban con el 75 por ciento del mercado. Pero cuando asumió Milei le aprobaron el joint venture. Así que tienen todas las de ganar”, lamentó.

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