OPINIÓN

Salida de la OMS y preocupación

La decisión de Javier Milei y el efecto en la salud pública.

Primero, es importante entender qué es la OMS (Organización Mundial de la Salud). Se trata de un organismo creado por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que coordina la acción sanitaria entre países. Hasta hace poco, todos los países miembros de la ONU, excepto Liechtenstein, formaban parte de la OMS. Sin embargo, con la reciente salida de Argentina y EE.UU., ahora quedan 193 miembros.

Los principales objetivos de la OMS son asesorar a los países ante brotes epidémicos o pandémicos, brindar ayuda en casos de catástrofes naturales y promover medidas de prevención y promoción de la salud de manera articulada y colectiva. Cada país miembro tiene representantes en la organización; de hecho, Argentina formaba parte del comité ejecutivo debido a su buen desempeño en materia de salud.

Es fundamental que quienes apoyan al gobierno de Javier Milei—en su mayoría, ciudadanos cansados de la política tradicional—comprendan las falacias detrás de la justificación de esta salida.

Por ejemplo, es falso que la ONU interfiera en la soberanía de los países. La OMS es un órgano asesor, no decisor. Durante la pandemia de COVID-19, recomendó la implementación de cuarentenas para proteger a la población hasta que se descubriera una vacuna, pero cada país decidió el tipo de cuarentena que podía sostener. Una vez que se desarrollaron las vacunas, la OMS facilitó el acceso a ellas para los países miembros.

Otra falacia es que Argentina pierde dinero por formar parte de la OMS. Si bien el país no recibe financiamiento directo del organismo, tampoco tiene una pérdida significativa. La cuota anual de membresía es inferior a 10 millones de dólares, una cifra irrelevante para la economía de un país. En cambio, al salir de la OMS, Argentina pierde beneficios clave, como el acceso al fondo rotatorio, que reduce el costo de medicamentos, garantiza la distribución de vacunas para programas de salud y, en algunos casos, distribuye medicación gratuita a los países. Este fondo es administrado por la oficina regional de la OMS, la OPS (Organización Panamericana de la Salud), de la cual Argentina y EE.UU. aún forman parte, lo que resulta contradictorio: es como desafiliarse del Club River Plate pero seguir perteneciendo a su filial local. Si el gobierno realmente creyera en su postura, la primera renuncia debería haber sido a la OPS.

Las consecuencias de la salida de Argentina de la OMS incluyen el aislamiento en materia de salud global. En una entrevista, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, del PRO, Fernán Quirós, se preguntó “¿Entonces, cuál es el plan B? ¿Cuál es la nueva propuesta sanitaria del gobierno?”.

Desde mi punto de vista, esta decisión le da al gobierno mayor libertad para seguir desfinanciando el sistema de salud. Sin la OMS como organismo de monitoreo, podría quedar desprotegido el acceso a la vacunación. En una lógica de mercado, ¿se nos hará pagar por las vacunas del calendario obligatorio en el futuro? ¿Desaparecerá el calendario oficial de vacunación? Sería un riesgo enorme para un país donde gran parte de la población sufre malnutrición.

Además, el secretario de Salud de Donald Trump es un reconocido antivacunas y ya ha cuestionado la vacuna contra la polio, una enfermedad erradicada gracias a la vacunación (primero con la Sabin en Argentina y, actualmente, con la Salk).

Milei presenta la salida de la OMS como un acto político heroico, pero en realidad es un guiño ideológico a Donald Trump. Más allá de lo simbólico, creo que responde a un objetivo aún más oscuro: continuar con el desmantelamiento del sistema de salud, en línea con el vaciamiento del Hospital Bonaparte, el Hospital Garrahan, los programas de VIH, los tratamientos para personas transgénero, entre otros.

Negar la ciencia y fomentar el negacionismo representa un grave peligro para la salud pública. Si realmente queremos libertad, como proclama el gobierno, debemos contar con acceso a la salud y a la información. Sin estos derechos, la libertad es solo una ilusión.

*Lucía Derosa (Médica Neuróloga)
MN 137013 – MP 64740

Comentarios

  1. En primer lugar debemos entender que la OMS esta financiada en un 70 % aprox x fondos privados y esto los médicos no lo entienden (mayormente por fundación bill gattes ) cuando sabemos que es una asociación privada con fines de lucro ocultos esperamos otra discusión. El manejor en pandemia por parte de la oms fue útil a los laboratorios y el genocidio por parte de los laboratorios, oms, y politicos de turno inclusive miley fue sigue y seguirá siendo para los fondos privados laboratorios en este caso.

  2. Durante la pandemia fuimos de los primeros en vacunarnos, gracias a la sputnik rusa no contamos más muertos.Te olvidaste JOSE ? Claro que nos fue bien,o vos sos un terraplanista antivacuna más?

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