Soy papá de un nene de 7 años, Donato, que juega al fútbol y que tuvo la idea de escribir estas líneas a modo de autocrítica y reflexión. Desde mi lugar hago un balance de lo que va del año, porque luego de la pandemia mi hijo Donato recién en marzo volvió a jugar, sin ánimos de ofender a nadie, lo que pretenden estas palabras es hacernos pensar como sociedad y como padres, qué queremos enseñarles a nuestros hijos dentro y fuera de una cancha.
Hace poco, no más de 4 meses que Dona volvió a jugar al fútbol, acompaño a mi hijo a sus entrenamientos y partidos, pude ver su alegría, su evolución como jugador, la felicidad por un gol o por un pase de gol, como también, enojarse y sufrir por perder un partido, por un golpe. Lo que sí es nuevo para mí es la influencia que tenemos como adultos, (padres, entrenadores, profesores) en lo “divertido” que tiene ser correr detrás de una pelota.ç
A raíz de esto, lo lleve al equipo al cual mi viejo me llevaba a ver cuando yo era chico y quiero desde ese momento, del cual el a formado parte en varias comisiones y han hecho mucho por mi verde querido. Hoy me toca a mi estar en la comisión y ser parte de mi club, ver jugar a mi hijo y ver a mi viejo sentado ver un partido como cuando yo era chico. A raíz de esto y de recorrer todas las chanchas de Chacabuco, tuve la desgracia de ver, en partidos de categorías de formación y de primera, entrenadores insultando árbitros, a padres discutiendo en la tribunas, ocupando espacios libres en los tablones solo para que no te sientes porque sos del equipo contrario, o gritándole desde la reja a su hijo que vaya más fuerte al contacto con una arenga de: “…dale dale mátalo!!”. O cuando un hijo disputa una pelota, a un entrenador escuchar decirle a un arquerito “… no te tienen que cabecear en el área, salí con los puños, no importa si le arrancas la cabeza a tu compañero”. Como también ver expulsados a “entrenadores”, ver madres gritándoles a sus hijos para que jueguen mejor.
Es distinto leer una noticia a VIVIRLA, cuando expulsan a un técnico o ver el video en el celular que agreden a un árbitro, escuchar los insultos es “normal” o leer comentarios descalificadores de quienes se escudan detrás de una pantalla también los son. Considero que no debería serlo, no debería ser COMÚN que los chicos vean a su entrenador ser expulsado, como no debería ser COMÚN que niños estén llorando dentro de la cancha porque van perdiendo un partido, no debería ser COMÚN que un entrenador le grite a un nene porque erró un gol o lo mande al banco de suplentes porque no hizo lo que le indicó o no rindió lo suficiente. Podría seguir describiendo cientos de estas situaciones, que llaman a la reflexión de cómo nos tratamos como individuos, cómo vivimos en nuestra sociedad, pero más importante es qué le estamos enseñando a estos niños, que serán adultos el día mañana, acerca de que está bien y que no.
A mi hijo Donato ¿yo le exijo dentro de la cancha?, saben que si! Le pido que vaya a la pelota, corra, si está cansado que deje jugar a otro compañero, que pase la pelota, controle su enojo o bronca, que no empuje, no pegue patadas y si se le va alguna que pida disculpas. Ya que ese nene al que le pegó también tiene su mamá, papá y hermanos que se enojan porque recibió una patada o sufren con él.
Tanto yo como la madre, le enseñamos a nuestro hijo el respeto por los mayores como para con sus pares, le damos valores o principios, queremos que cumpla dentro de la cancha, porque es cómo se va a comportar el día de mañana en la vida. Uno le da las herramientas en casa, luego solo Dios verá si las utiliza.
Vemos en 30 minutos que está dentro de una cancha cómo se comporta, es prueba y error. Un verdadero aprendizaje como padre de ver cómo se desenvuelve en un ambiente, él solo. Ahora bien, ¿qué es lo que ve mi hijo de un entrenador que le gritó a un nene del equipo contrario porque no tiró un centro en el momento adecuado? Su comentario fue: “ papá porque le grita …”
Como adultos debemos ser responsables de dónde llevamos a nuestros hijos a jugar, quién es el encargado de enseñarle, de formarlo, como persona y jugador. Hoy hay muchos “encargados” de dirigir, pocos son profesores, pocos técnicos, pocos docentes, creo que ahí está la “cuestión”, la raíz del problema. “Cualquiera” es técnico hoy o profe como le dicen los nenes .
Con mis palabras, mi intención es un llamado a la reflexión o tal vez alguna autoridad que lea esto y puede cambiar el curso de estas situaciones que son NORMALES hoy en día para nuestros hijos, no todos van a ser futbolistas profesionales el día de mañana, es la realidad. Entonces la pregunta sería ¿Qué aprendieron?.. seguramente la violencia que promulgamos los adultos.
En estas vacaciones mi hijo y sus compañeros de la categoría 2014 del verde disputaron el futsal en el poli, había muchos equipos algunos de clubes y otros formaron un equipo y competían en el torneo, en el cual aprendí mucho .
Porque tampoco todo es malo, también hay cosas buenas que hacen la diferencia como entrenadores con formación y amplia trayectoria que han parado partidos ante un roce demasiado brusco y que tengan la oportunidad de pedir disculpas entre los chicos. Un abrazo de consuelo a un chico del equipo contrario diciéndole que no llore que es solo un partido. Un entrenador pidiéndole que no canten el popular “dale campeón“ frente a los otros equipos, que lo hicieran en el lugar que donde no los vieran, escuchar al profe decirles, termina el partido y saludan al equipo contrario y puedo contar varias más…
Pero la mejor de todas fue que el equipo en el que juega mi hijo. Empatan en la final y tienen que ir a penales para definir el campeón de la 2014. Antes de los penales veo a mi hijo saludando al otro equipo con todos sus compañeros y consolando a un amigo de la escuela del equipo contrario que no quería patear penales y escuchar decirle unas palabras a su amigo de años, lo que yo le dije antes de arrancar el partido “solo es un partido mas, divertite “, ,
Tanto Federico, el profe de mi hijo como el melly, el profe del otro equipo, me volvieron a tapar la boca, decidieron ir a un empate, los dos campeones y no ver sufrir sus jugadores.
Hoy es un deseo, tal vez una utopía, ojalá el día de mañana sea una realidad. El fútbol tiene sus cosas lindas, es un deporte hermoso, como cuando ves a chicos que se saludan aunque hayan perdido, o se consuelan entre ellos si alguno llora, que intentan jugar, que hay un “tiki-tiki”, que no sea “puntinazo” y gol, que no todo es ganar. Debe de saber que “hay que dejarlo todo”, hay que “intentarlo todo el tiempo que le toque jugar”, que “si te caes te levantas de nuevo”, porque es así en la vida”, a veces “no es justo el fútbol, tampoco la vida”, “los partidos no se merecen, se ganan, perdiste pero algo aprendiste” y “siempre hay una oportunidad más”.
Por eso en el fútbol como en la vida… en la cancha como en la vida…
Adhiero a todas tus palabras, como mamá lo he vivido. Me uno a tu pedido, la infancia es un patrón para toda la vida! Gracias por expresarlo tan educada y formativamente.
Excelente!! Tal cual lo relata , así , se vive el futbool y en la vidamisma. La violencia está naturalizada porque no entendemos que hay situaciones que no deben pasar, simplemente porque están mal.. No corresponde agredir, ni insultar, ni hostigar ni amenazar a nadie ,y si es responsabilidad de todos ayudar, a potenciar al compañero, amigo, vecino , familiar para sacar su mejor versión. De eso se trata.
Excelente comentario el de este papá. Así es la vida…a veces se gana…otras y muchas se pierde.Todo deja una enseñanza y eso es lo que tenemos que valorar
Dejemos que los niños sean niños, no los hagamos crecer de golpe, ya tendrán tiempo.
Muy de buena persona lo que escribió, no lo conozco pero está educado con valores y respeto hacia el otro, lo felicito por lo expresado!!!
Totalmente de acuerdo con sus palabra para mi opinión los chicos no pueden competir en un campeonato organizado como el del poli en el cual quedó demostrado la alta competitivad con la que se jujo y desmadrar lo lindo que tuviera que ser correr detrás de la pelota y divertirse no llegar al extremo como a pasado en varios partidos en dicho campeonato ejemplo a umillar a un arquerito por las Cantidades de goles recibido o ver a pequeños desvordados moralmente por la superioridad del equipo contrario
que bueno que los dirigentes de los clubes puedan ver, y estar atentos a todos los detalles que plantea Rene! En definitiva, es hacia un lugar de tolerancia y valores de solidaridad hacia donde tenemos que ir como sociedad para que tengamos una realidad menos violenta, menos hostil y mas sostenible. Quien uega quiere ganar… pero no vale todo!! Abrazo hermano querido, comarto tus palabras!!