Cuando en el año 2003, el Presidente Néstor Kirchner, a los pocos meses de su asunción, se reunió con las Madres de Plaza de Mayo (símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos), emprendió una gesta inédita. La cuestión de los Derechos Humanos pasó a ser una política de Estado, con el fin de enjuiciar y encarcelar a los responsables del mayor genocidio ocurrido en nuestro territorio en el siglo pasado.
A partir de diciembre del 2015, el gobierno de Cambiemos niega el paradigma anterior, basado en la Memoria, la Verdad y la Justicia. La actividad del flamante poder se tradujo en una estrategia represiva y criminal. Las fuerzas armadas y la policía se impusieron de manera brutal al utilizar sus armas en las marchas y protestas sociales o cada vez que asesina a niños y a jóvenes con clara impunidad.
La Justicia se transforma en vengativa, auxiliada por los grandes medios de prensa y televisivos, despreciando, encarcelando y enjuiciando a los principales líderes de la oposición. Un Estado convertido en legislador, en juez, en jurado y ejecutor, sin dudas – con sus métodos y acciones -, nos retrocede a la época más infeliz de nuestra historia. Estamos de nuevo ante un gobierno autoritario y debilitado en cuanto a su autonomía judicial. Nos atraviesa un Poder sin piedad ni humanidad, salvo cuando se trata de dejar libres a los genocidas que están siendo beneficiados por las políticas actuales.
Como integrantes del Partido Nuevo Encuentro repudiamos cualquiera de las formas de despotismo que hoy nos dirigen. Nos solidarizamos con todas las víctimas de este modelo neoliberal único impuesto. No queremos ser como ellos, no queremos más despidos, no queremos más niños ejecutados por el gatillo fácil, no queremos más pobreza, ni más deuda externa o ajustes interminables. No dejemos que nos arrastre la euforia de la globalización. Creemos los medios que estén a nuestro alcance para activar la conciencia y la sensibilidad social.
Adherimos a la marcha del 24 de marzo, a 42 años del Golpe, sumándonos a los organismos de DD HH. Por la Memoria, la Verdad y la Justicia, no aceptamos que quienes hoy son Poder nos sigan manejando a su antojo. No perdamos los valores más preciados que atesoramos como seres humanos: la libertad y la vida.