No todos los psicólogos son iguales

Por la Licenciada Paula Claudel, especial para Chacabuco en Red.

Existen caricaturas bastante difundidas de los/as psicólogo/as, cuyos rasgos incluyen que estamos encerrados horas en un consultorio donde permanecemos en silencio ante cada paciente y cada tanto soltamos un “ajá”. También se suele decir que siempre remitimos todo a la infancia y a la sexualidad o que cualquier problema lo atribuimos a la crianza materna o paterna. Para algunas personas damos consejos, para otras aplicamos tests para diagnosticar. Me propongo intentar desmitificar estas características, pues aunque algunos profesionales tal vez se ajusten a algún punto de ese “perfil” no es lo que hace la gran mayoría.

En principio existen diferentes ámbitos de ejercicio de la psicología así como corrientes teóricas diversas. Las áreas de desempeño incluyen: psicología laboral, forense, educacional, entre otras; en cada una de ellas se realizan tareas como por ejemplo evaluaciones -por medio de entrevistas y administración de tests-, o elaboración de proyectos para abordar distintas problemáticas de forma interdisciplinaria. También hay un arduo trabajo comunitario para la promoción de la salud mental en instituciones y barrios que escapa a esa caricatura tan instalada en la sociedad. El tema se despliega incluso dentro de la rama clínica puesto que hay tratamientos muy distintos, dependiendo del marco teórico en el que se sustenten.

Si alguien está pensando en realizar una consulta profesional: cabe considerar que dirigir un tratamiento psicoterapéutico es una actividad que en Argentina está reservada al título de Lic. en Psicología (antes Psicólogo). Quienes  brinden este tipo de atención deben haber terminado sus estudios de grado y luego matricularse en el Colegio de Psicólogos. Terapias como: Counseling, biodescodificación o constelaciones familiares se encuentran por fuera del ejercicio legal; en general son brindadas por personas que no cumplen los requisitos antes mencionados. El último dato también es útil para advertir a quienes tuvieran interés en realizar algún curso sobre esos temas -tal vez sin malas intenciones- y desconocen este aspecto irregular.

Ahora bien, dentro del conjunto de psicólogos/as habilitados/as que nos dedicamos a la clínica no todos/as trabajamos de la misma manera, esto se debe a que operamos en base a diferentes teorías, a saber: Gestalt, Conductismo, Cognitivismo, Terapia Familiar Sistémica, etc. El psicoanálisis sería otro paradigma que, a su vez, incluye diversas propuestas. Algunos de los referentes más nombrados son: Sigmund Freud, Melanie Klein, Donald Winnicott, Jacques Lacan, Piera Aulagnier, Jacques-Alain Miller, entre otros. Si bien se suele hablar del psicoanálisis como un campo unificado, estos autores mantienen notables diferencias con respecto a: las preguntas que formulan, los conceptos que proponen, las explicaciones que dan sobre la constitución psíquica/subjetiva, así como su concepción de la práctica analítica, lo cual deriva en que los/as profesionales que trabajen conforme a una u otra teoría tengan diferentes perspectivas de un mismo caso.

En la actualidad se mantienen intensos debates al respecto, en los cuales destacables académicas/os de nuestro país -cuyos nombres no suelen ser tan populares- se han dedicado a trabajar temas específicos, por ejemplo: Silvia Bleichmar (psicoanálisis con niños/as), Ana María Fernández (instituciones, feminismos), Alicia Stolkiner (salud comunitaria), Alfredo Eidelsztein (lectura novedosa de Lacan), entre lúcidos/as intelectuales que han enriquecido las discusiones con posturas fuertemente críticas y propuestas originales.

Por lo tanto -aunque suele ser desconocido- hay un amplio campo de posibilidades, tanto para quienes alguna vez consideraron estudiar psicología y tuvieron una idea sesgada de la disciplina, como para quienes tienen pensado hacer una consulta y perdieron su confianza por malas experiencias previas. Cada corriente permite abordar determinados problemas con un enfoque particular. Por ejemplo, ante una consulta de un paciente hipotético que aunque tiene “todo” no sabe por qué se siente tan triste con su vida, profesionales enmarcados con distintas perspectivas pueden proponer: ejercicios específicos para delimitar los sentimientos negativos y reconocer cuándo surgen, modificar ciertos esquemas de pensamiento, o bien interrogar qué es “tener todo”, por qué cree estar triste…

Entonces, ¿cómo elegir? Se puede pedir una recomendación, quienes sean más curiosos/as pueden informarse sobre las propuestas para definir cuál le parece más adecuada para abordar el conflicto que les atañe, o directamente pueden comenzar con un profesional que les genere cierta confianza (sea cual fuere su orientación) y ver cómo se sienten. Hay que tener en cuenta que con tantas diferencias mencionadas, si alguna vez consultaron a un/a psicólogo/a y no les convenció la atención, eso no implica que puedan encontrarse a gusto con otro/a profesional de otra corriente o incluso de la misma, ya que cada uno/a a su vez tiene su estilo. Lo importante es sentirse alojados/as y poder notar paulatinamente algunos cambios que disminuyan el sufrimiento y se encaminen en pos de su salud mental.

Paula A. Claudel

 Prof. y Lic. en Psicología 

(M.P. 10804)

Comentarios

  1. Cuánto veneno tenés para ser psicóloga y desacreditar otras profesiones de personas que estudiaron años y recibieron títulos oficiales! Te aclaro que, en Capital Federal, no existe un Colegio de Psicólogos; por lo tanto, no están matriculados.Los Counselors, saben perfectamente cuáles son los ámbitos donde pueden desempeñarse. No es justo que digas que ejercen ilegalmente. Te sugeriría que cuidarás tus palabras, antes de desacreditar a otros o que, al menos, si sos psicóloga en ejercicio, te informarse al respecto. Sí querés hacerte publicidad y captar clientes o pacientes, tenés otros medios, que no sean a través de la descalificación de otros profesionales. Suerte con la suerte de tus pacientes!

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