“Muchos curas opinan como yo, pero no hablan para que no les pase lo que me pasó a mí”

A pocos días de dejar Chacabuco y la Argentina, el padre Jorge Nowak expresó que monseñor Jorge Scheinig, titular de la arquidiócesis Mercedes-Luján, decidió relevarlo de sus funciones sacerdotales por haber preguntado por qué el papa Francisco no visitó la Argentina. Además, dijo ser víctima de la “ideología moderna” de la Iglesia y afirmó que muchos curas comparten su opinión, pero no lo dicen porque no quieren que les pase lo que le sucedió a él, o sea, que los desplacen de sus funciones.

El padre Nowak tiene previsto dejar el próximo lunes 31 la parroquia de los Santos Arcángeles, después de estar 33 años al frente de la misma y luego de 34 años de ejercer el sacerdocio en la Argentina, pues cuando llegó al país desde su Polonia natal antes de llegar a nuestra ciudad estuvo unos meses en General Rodríguez.

“Estoy armando las valijas”, dijo Nowak en declaraciones a Chacabuco en Red, y al ser consultado por las razones de su partida, afirmó: “Me voy porque me llegó el tiempo. Después de 34 años un montón de personas ya se jubilan, yo también quiero jubilarme, aunque podría trabajar algunos años más, pero por las discrepancias que tenemos con el cabecilla de nuestra diócesis, me marcho. Va a ser más provechoso para mí y también para ellos, que van a dormir más tranquilos”.

El padre Jorge expresó que, en su momento, cuando llevaba pocos años de sacerdote, decidió venir a la Argentina porque el cardenal de la diócesis en la que estaba, en Alemania, le habló de nuestro país y de la necesidad de curas que había. “Allá éramos 33 sacerdotes ordenados para una diócesis chiquita, cuando acá se ordena uno por año, y no sabían dónde meternos. Entonces dijeron que les gustaría mandarnos a Brasil o a Argentina y yo elegí venir a este país”, expresó.

A comienzos de esta década, poco después de asumir al frente de la arquidiócesis Mercedes-Luján, monseñor Scheinig vino a Chacabuco para sugerirle al padre Nowak un cambio de parroquia. Finalmente, eso no se concretó. Luego de eso, dijo el cura, Scheinig lo “aguantó” 3 años más. “Después, el año pasado, me propuso de nuevo el cambio, pero yo ya no quería”, expresó, además de señalar que con el arzobispo no coinciden en “algunas cosas”.

-¿En qué no coincide con el arzobispo?

-En cosas ideológicas.Yo soy víctima de esta ideología moderna de la Iglesia. Podemos decir que yo soy de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, y lo digo por todos lados y con mucho orgullo, porque estos dos papas me enorgullecen. Y Francisco es una buena persona, pero tal vez no coincido.

-¿Y en qué no coincide con Francisco?
-Por lo cual él (por el arzobispo) me despide también es porque yo hablé mal del Papa. La única cosa mala que dije, que no sé si es mala, porque todos los argentinos piensan lo mismo, es por qué el Papa no vino a la Argentina, por esta pregunta. Por esta pregunta me dijo que yo hablé mal del Papa, y yo dije que no, de ninguna manera, porque hablar mal es decir que el Papa es así, así y así, y lo que yo dije es una realidad. También le dije al obispo que Juan Pablo II vino a Argentina dos veces, es otra realidad, pero no le gustaban estas opiniones y no me renovó el contrato.

-¿Y tiene alguna diferencia ideológica con Francisco o la diferencia es haber cuestionando que no haya venido a la Argentina?
-Por lo que me despide es por eso, nada más. De ninguna manera opino del Papa. Mira, yo durante 33 años nunca hablé mal de los curas ni de los obispos, al contrario, tuve tres obispos extraordinarios con los que nos entendimos. El primero era para mí como un padre y los otros dos eran como amigos, y nunca tuve problema ni con la cabecilla ni con los compañeros. Muchos curas opinan como yo opino, pero no hablan porque si hablan les pasa lo que me pasó a mí. Quince curas se fueron de la diócesis. ¿Por qué se fueron? Porque no aguantaban la presión.

-Hace algunas semanas un grupo de feligreses de la parroquia publicó una nota preguntándose qué es lo que está pasando en la arquidiócesis Mercedes-Luján.
-No es algo raro. Como dije, los tres obispos anteriores eran amigos, y a este dejémoslo, dejemos, no quiero hablar mal, porque solamente puedo hablar mal o nada, y prefiero nada.

-¿Tienen una edad límite los sacerdotes para desempeñar su labor?
-En el mundo entero sí: a los 75 años tienes que abandonar la parroquia, pero yo con 65 también puedo abandonar. Entonces, me voy ahora a mi vida, es decir que no quiero ninguna otra parroquia, ya laburé bastante y no tengo ya más fuerza para estas cosas materiales de construir, revocar, cerámicos, cemento… Yo ahora quisiera disfrutar también mi vida sacerdotal y como pastor, y no como ingeniero o arquitecto.

-Creció mucho la parroquia en estas décadas, ¿no?
-¿Para qué alabarme? Vayan a Cucha, a la parroquia de los Santos Arcángeles, a San Francisco de Asís, las obras hablan solas.

-¿Cuál va a ser ahora su destino?
-El destino lo elijo yo. El primado de Polonia, que es mi obispo de origen, y podemos decir mi jefe superior, me entendió bien. Hablamos claramente y me dijo: “Yo te apoyo en todo, te conozco”, porque nos conocemos del seminario, estudiamos juntos. Y me dijo: “Si agarras otro destino, avísame, pero si solamente es para reemplazar a algún cura o hacer algún trabajo aparte, no. Haga lo que quiera”, me dijo.

-Y lo que va a hacer entonces ir a Brasil.
-Algunos dicen “escúchame una cosa ¿por qué Brasil?”. Brasil me gusta, porque yo soy muy curioso en la vida. Entonces, algunos prefieren escribir cuando haces la nota los comentarios abajo. Yo no leo ni a los que te alaban ni a los que te critican ¿Por qué? Porque si te alaban eso te lleva al narcisismo, y tal vez ni siquiera sos tan bueno como ellos te describen. Y los comentarios malos no los leo porque me da pena por el tiempo, porque hay mucha gente que solamente tiene en la cabeza los instintos básicos, y la vida no es así, la vida es hermosa. Entonces, me voy a Brasil por dos razones: que es otra cultura y otra lengua. Siempre me gustó Brasil, desde el principio. Ahí la gente es muy espiritual y muy buena. Allá te encuentras un brasilero en la calle, hablas un poquito y te pregunta “¿podemos comer juntos?”. Si un desconocido te habla de esa manera, te atrae esa cultura. Igual, no voy a quedarme todo el tiempo en Brasil.

“Queridos chacabuquenses: los adoro”

El sacerdote dijo que también en algún momento vendrá de visita a Chacabuco y a la Argentina, donde le quedan muchos amigos. “Como el papa Francisco”, bromeó. “Era un chiste -aclaró luego-. No critico al papa Francisco, le deseo todo lo mejor y rezo por su salud, para que se recupere. Pero, ¿cómo no voy a volver a Chacabuco si yo me siento como chacabuquense? Después de un tiempo, sientes nostalgia por los amigos, por los asados, las reuniones, la buena bebida, el buen vino que tenemos en Argentina, etcétera, pero sobre todo a esta buena compañía que Chacabuco siempre me ofreció. Tengo tantos amigos que voy a volver con mucho gusto”, manifestó.

A Nowak también se le consultó su opinión sobre quien será su sucesor en la parroquia de los Santos Arcángeles, el padre Raúl Moretto. “Nadie sabe cómo va a trabajar, le deseo todo lo mejor, que se sienta como yo me sentí, y que labure como yo laburé, y si labura de manera diferente, mejor todavía, porque cada uno suma y el cura siempre debe sumar”, dijo.

Finalmente, dejó un mensaje para la comunidad de Chacabuco: “Queridos chacabuquenses: los adoro. Aquí dejé los 33 años de la etapa mejor de mi vida, porque vine muy joven y ahora me voy siendo bastante viejo. El otro día una nena de catequesis me dijo: ‘Padre, ¿podría ser mi abuelo?’. ‘Sí, claro’, le contesté, porque vine como joven y ahora me voy casi como abuelo. Entonces, quiero decirle a toda la gente que los quiero mucho y los recuerdos que voy a guardar son para toda la vida, y si puedo siempre voy a volver para visitarlos”.