DESDE LA ARGENTINA HAY SOLAMENTE UN VUELO POR MES

Mario Feroldi comparte algunos datos para los interesados en viajar a las Islas Malvinas

El excombatiente, que suele recibir consultas sobre el tema, brindó información acerca de la documentación que se necesita para hacer el viaje, así como de los precios de pasajes y alojamiento.

Por ser excombatiente y por haber vuelto a las islas años atrás, Mario Feroldi suele recibir consultas de personas interesadas en viajar a las Malvinas. Se trata de un destino muy cercano en el corazón de los argentinos, pero lejano en lo que respecta a las posibilidades económicas de muchos, pues hay que hablar de unos 1.300 dólares por una estadía de una semana, o sea, cerca de 1.700.000 pesos, solamente sumando los costos de pasajes y alojamiento.

Feroldi estuvo en las islas en 2007 (foto), acompañado por los tres conscriptos con los que compartió posición durante los dos meses que estuvieron allí en 1982. También integraron la delegación tres periodistas.

El excombatiente explicó que para ir a las Malvinas, lo primero que hay que tener, además de una suma considerable de dinero, es el pasaporte. Este es tema de debate entre quienes integran los centros de veteranos de guerra, pues hay quienes consideran que el hecho de tramitar el pasaporte implica una especie de reconocimiento de que las islas no forman parte de la República Argentina. “A veces las ganas de volver hacen que uno supere ese escollo y termine haciendo el pasaporte”, afirmó.

Después viene el tema del viaje. Actualmente hay un vuelo semanal hacia las islas que se realiza desde Punta Arenas, en Chile. Lo hace la empresa Latam y sólo el segundo sábado de cada mes ese servicio hace escala en Río Gallegos, donde embarcan quienes viajan desde la Argentina. Ese vuelo vuelve a parar en la capital santacruceña al sábado siguiente, cuando regresa desde Malvinas a Chile. Años atrás funcionó durante un corto período otro servicio que salía de San Pablo y se dirigía a las islas haciendo una escala en Córdoba.

Feroldi comentó que el viaje ida y vuelta a Malvinas desde Río Gallegos cuesta unos 450 dólares y tarda una hora y media. El aeropuerto de las islas está en Mount Pleasant (Monte Agradable), que es la base militar que se instaló luego de la guerra de 1982, y se encuentra a 53 kilómetros de Puerto Argentino.

Antes de ir a las Islas, el viajero debe contratar el alojamiento, pues al llegar al aeropuerto de las islas se le va a solicitar la reserva. En Malvinas la moneda de uso corriente es una libra local, aunque también circula la libra esterlina, que se cotiza a cerca de 1,3 dólares por unidad. Algunos isleños alquilan habitaciones de sus viviendas para los visitantes. Quienes no utilicen este sistema pueden alojarse en algunos de los hoteles que hay en Puerto Argentino, los cuales pueden costar hasta 150 libras la noche.

El alojamiento más lujoso es el Malvina House Hotel, que en su promoción destaca las “vistas impresionantes” que hay desde sus habitaciones del puerto del pueblo. Su tarifa se ubica entre las 100 y las 150 libras.

Existen otras opciones, como el Lookout Lodge, que es un motel de estilo americano con 70 habitaciones, las cuales cuestan entre 75 y 105 libras por noche. Una alternativa más económica es el Southernwind Spareroom, que ofrece habitaciones privadas en una casa familiar por alrededor de 70 libras. En todos los casos, los alojamientos brindan servicios de media pensión. En Puerto Argentino también hay un camping, cuya tarifa oscila entre las 20 y las 30 libras.

A los gastos de alojamiento y del vuelo Río Gallegos-Malvinas se le debe sumar el costo del pasaje en avión desde el Aeroparque de Buenos Aires a la capital santacruceña, que promedia los 150.000 pesos.

“No es un destino barato”

“Malvinas no es un destino barato”, expresó Feroldi, y señaló que en las islas vive un argentino, llamado Sebastián Socodo, oriundo de Quilmes, que suele ayudar a quienes quieren viajar gestionándoles el alojamiento, así como las recorridas que hagan durante la visita. Las excursiones suelen ser a los campos de batalla, como Monte Longdon; el cementerio de Darwin o el puerto San Carlos. También están los que quieren conocer la isla Gran Malvina, la cual no cuenta con pueblos y sólo tiene grandes estancias. Socodo estuvo a cargo durante muchos años del mantenimiento del cementerio de Darwin, en el que se encuentran los restos de los más de 230 argentinos que fallecieron durante la guerra.

Puerto Argentino está en la isla Soledad y tiene unos 2.500 habitantes. “En los últimos años el pueblo se transformó mucho. Tiene muchas construcciones nuevas. Cuando fuimos nosotros en 2007 ya había cambiado del día a la noche en relación a lo que era en 1982. Últimamente he visto algunas imágenes y ahora está más cambiado todavía. Se ve que se han hecho muchas inversiones, hay mucha infraestructura nueva, nuevos barrios, más población”, expresó Feroldi.

El único pueblo que tienen las islas cuenta con una población muy variada, pues si bien la mayoría son kelpers, también hay habitantes llegados de Chile o de Santa Elena, que es una pequeña isla del océano Atlántico.

“Hace poco vi una nota que decía que están yendo muchos chilenos con el fin de hacer una diferencia económica, porque allá hay cero desocupación y la posibilidad de gastar dinero es poca, porque no hay tantos atractivos”, manifestó Feroldi.

“Es una etapa que se cumplió”

En los últimos 20 años han sido muchas las delegaciones de excombatientes que viajaron a las islas. Lo hacen motivados por reencontrarse con el lugar de combate en el que durante 1982 pasaron dos meses. También para rendir homenaje a los argentinos que cayeron en la guerra.

“En los grupos de excombatientes en los que estoy veo que siguen viajando. También están yendo gente de sindicatos, como empleados del Banco Provincia. Entiendo que debe haber alguna compañía de turismo en Buenos Aires que organiza los vuelos, pero creo que haciendo contacto con Sebastián Socodo se pueden abaratar los costos”, manifestó Feroldi. Además, comentó que tiene conocidos que hicieron cruceros a la Antártida que realizaron paradas en las islas para que los pasajeros hagan un paseo por el pueblo y alguna excursión a los campos de batalla.

En su caso, no tiene pensado regresar a las islas. “Estuvo bueno ir, pero es una etapa que se cumplió”, dijo, y señaló que en la visita de 1982 se vivieron algunos momentos incómodos, porque hay kelpers que son hostiles hacia los argentinos. “Aparte, hoy hay mucho dinero en juego, porque hay muchas compañías trabajando en la pesca, y por lo que veo la gente te hace sentir incómodo. Por lo que leí, hay más gente, más dinero circulando, y tratan de evitar la visita de argentinos más allá de ese turismo semanal”, comentó.

Para terminar, Feroldi reflexionó que, en torno al reclamo argentino por Malvinas, hoy la situación es muy favorable para Gran Bretaña por la posición del gobierno de nuestro país. “Hoy tenemos a todos los funcionarios, desde el Presidente, la embajadora y hasta candidatos que son probritánicos”, manifestó.

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