Esta tarde visitamos el “Kiosco y Museo” Rozza ubicado en la esquina de Alberdi y Primera Junta desde 1980, momento en el que Eduardo “Baito” Rozza se hizo dueño del comercio heredado de su padre.
Hace poco tiempo “Baito” nos dejó y el Kiosco cerró sus amplias persianas blancas, pero solo por unos días. Mauro y María Laura, hijos de “Baito”, volvieron a levantarlas. Mauro dejo su anterior trabajo para dedicarse decididamente al negocio que durante más de 50 años manejó su padre. María Laura, profesora en la escuela, da una mano y acompaña a su hermano siempre que puede.
“Te ví y me hiciste acordar a tu papá“, comentó a Mauro una vecina que pasaba por la vereda, mientras el nuevo dueño descansaba unos segundos apoyado en la puerta. Y sí, solo fueron segundos porque rápidamente ingresaron otros tres clientes. Rara vez el Kiosco se ve vacío. Uno de los clientes había roto la tapa de un termo y quería una nueva. Algo difícil de conseguir tal vez, pero no, Mauro fue atrás y regresó con una nueva tapa. Todo puede encontrarse en el Kiosco Rozza.
Por supuesto que todas las cosas del Museo continúan en su lugar, pero quizás no por mucho tiempo. “Baito” siempre quiso lucir su museo en un lugar amplio, dónde además la gente pueda disfrutarlo, y en eso estaba hasta que lamentablemente falleció. De todas maneras, sus hijos continúan con el proyecto que seguramente disfrutaremos más adelante.
“Tenemos muchas cosas acá, en mi casa y en otros lugares” señaló Mauro. “De a poquito vamos a ir terminando el local y después a trasladar las cosas”, culminó
Felicitaciones será un hermoso recuerdo ir al museo, Baito se lo merece. Bendiciones
Que hermosa noticia que los hijos sigan lo que el papá cuido con tanto esmero, Dios los bendiga
Los felicito, muy buena iniciativa continuar la obra de Baito!
Muy bueno!!! Seguir los pasos del papá.👏