Las lluvias de los últimos días fueron abundantes en buena parte de la pampa húmeda, pero llegaron tarde para algunos cultivos, como los maíces sembrados en forma temprana y las sojas de primera. Así lo señaló desde Rawson el ingeniero y productor Andrés Vitali, para quien las pérdidas de rendimiento son significativas e irreversibles, debido a los daños provocados por la sequía que hubo entre diciembre y comienzos de este mes y, sobre todo, las muy elevadas temperaturas de ese período.
En el sector rural del partido de Chacabuco situado entre Rawson y Castilla el martes cayeron unos 25 mm, que se sumaron a los cerca de 90 que se habían registrado en los días previos. Semejante cantidad de agua le vino bien a algunos cultivos, pero no a todos.
“Los maíces tempranos están detonados”, expresó Vitali, en relación a los que se sembraron allá por septiembre pasado. Un panorama similar se presenta con las sojas de primera. Según sus estimaciones, en el caso de esos maíces las mermas en los rindes van a estar cercanas al 40 por ciento.
“Un maíz que podría llegar a estar en 10.000 kilos por hectárea va a estar en 5.500 o 6.000”, calculó el profesional, mientras que en el caso de la soja de primera, que alcanzaron muy poca altura, las pérdidas podrían ubicarse entre el 25 y el 30 por ciento.
Distinta es la situación para los maíces sembrados en fechas tardías y para las sojas de segunda, las cuales, dijo Vitali, “van a poder desarrollarse un poco más”.
En la zona de Rawson el período sin lluvias se sintió de manera especial. “Hay lagunas que siempre tenían un poco de agua y ahora estaban completamente secas”, graficó el productor.
Las lluvias del martes fueron variadas en nuestra zona. Los reportes registrados promediando esa jornada indicaban la caída de 23 mm en Chacabuco, 16 en Junín, 30 en Chivilcoy, 28 en Bragado, 35 en Coronel Segui y 10 en Suipacha.