“La situación es tan crítica que varios productores han abandonado la producción”

Nicodemo afirmó que “hoy todos los productores porcinos están trabajando a pérdida”, destacando los altos costos y la baja demanda que afectan gravemente al sector.

El costo insostenible de la producción

Según Nicodemo, los costos de producción han aumentado significativamente mientras que el precio del capón se ha mantenido estancado desde enero en un valor irrisorio. “El precio del capón sigue desde enero estancado en un precio que es irrisorio para el productor y los costos siguieron aumentando”, explicó. Actualmente, el costo para terminar un capón asciende a 1290 pesos, mientras que se vende a 1050 pesos por kilo, lo que resulta en una pérdida de entre 20 y 30 pesos por kilo terminado.

Nicodemo detalló los componentes de estos costos: “en esos costos que tiene la crianza del animal está la luz, está el gas, está el alimento, todos precios que se duplicaron por lo menos”. La situación es tan crítica que varios productores han abandonado la producción y otros están reduciendo gradualmente sus operaciones”.

Impacto en el precio final y en el consumo

Una de las preocupaciones principales de los productores es que, aunque los precios para ellos han disminuido, esto no se refleja en el precio final al consumidor. “Hoy el único que pierde es el productor. El carnicero y el intermediario también absorben los costos, pero el consumidor final no ve reflejada esa baja”, señaló Nicodemo.

El poder adquisitivo de la población ha disminuido, afectando el consumo de carne porcina. “Se ha perdido el poder adquisitivo. No es que la gente deja de comer carne porque hay otra cosa; simplemente no tienen dinero para comprarla”, explicó el productor.

Importación de carne y su impacto en los productores locales

El gobierno ha autorizado la importación de carne de Brasil con el objetivo de bajar el precio del capón, una medida que Nicodemo considera ineficaz. “El gobierno ahí la pifió bastante mal. Tendría que haber tenido un asesoramiento un poco mejor y ver que no bajarle el precio del capón en pie sino bajar el precio de algún impuesto o algo que el productor también le sirva para que pueda seguir produciendo”, argumentó.

El futuro incierto de la producción porcina en Chacabuco

La situación es especialmente grave para los pequeños productores, quienes enfrentan desafíos adicionales debido a su menor capacidad de compra a gran escala. Nicodemo expresó que, a pesar de los esfuerzos por mantenerse a flote, la viabilidad de muchos criaderos está en peligro. “Hoy armar un criadero de cerdo confinado sale millones y millones, y el que tiene criadero trata de subsistir por la gran inversión que hace”, comentó.

Además, el Centro de Extracción, que fue un recurso valioso para mejorar la genética de los planteles, está siendo utilizado por cada vez menos productores. “Hoy el Centro de Extracción está siendo usado por cuatro productores de Chacabuco, y uno ya nos avisó que es muy probable que en septiembre cierre el criadero”, lamentó Nicodemo.

Así las cosas, los productores porcinos de Chacabuco enfrentan una crisis profunda con pocas señales de mejora a corto plazo. La combinación de altos costos, baja demanda y políticas gubernamentales ineficaces está llevando a muchos a replantearse su futuro en la producción porcina.

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