La pasión de”Gelo” Flores llegó a la tapa de Infobae

El reconocido medio le realizó una nota en la que cuenta sus más de 60 años de amor por Racing

Hace más de 60 años que Ángel Flores hace el mismo recorrido. El asfalto de la Ruta 7 que une Chacabuco con Buenos Aires forma parte de su camino habitual cargado de esperanza. Durante su infancia su hermano le inculcó la pasión por Racing, y desde aquellos días no se pierde ningún partido de la Academia, comienza contando la nota de Infobae.

De chico iba en tren y muchas veces a dedo. Salía a la ruta y me levantaban los camioneros o algunos amigos… Algunos me dejaban en Morón, donde me tomaba el tren a Once y empalmaba con el 98, y otros me tiraban cerca de Pompeya. Siempre me las ingeniaba para llegar a la cancha”, comenzó relatando Angel, sobre sus inicios.

Posteriormente recordó su primer partido en el Cilindro, donde fue incitado por Omar Corbatta, historico idolo de Racing, allá por el año 1958:

“No me lo olvido más. Me hizo ir por el túnel viejo que tenía más de 100 metros.Cuando salí a la cancha con él, fue un sueño. Algo irreal. Ver el Cilindro por primera vez me pareció un monstruo”

También hizo referencia a su trabajo como alcanzapelotas, que realiza desde mediados de los 60, y que lo tiene como encargado hace más de 20 años:

“Hace más de 20 años que soy el encargado de los alcanzapelotas. Siempre ayudé al club, ya sea marcando la cancha, cortando el césped o haciendo lo que hiciera falta”

“Muchos chicos que hoy están en el plantel, los tuve de alcanzapelotas: Cuadrita y Mansilla que ahora se fueron, Zaracho, Lautaro (Martínez)… mi gran amigo es Lisandro López, porque viajaba en el auto con él y su padre cuando estaba en la reserva”, agregó.

Además también contó, que el hoy máximo referente y capitán de la Academia, Lisandro López, es un gran amigo y que muchas veces lo llevaba a la cancha:

Licha siempre se ofrecía a llevarme con el viejo porque vivía en Rojas, que queda a 50 km de Chacabuco. Se desviaba un poco, pero me alcanzaba”

Y agregó: “Cuando el equipo ganaba y había ganas de hablar, se hablaba. Pero cuando perdía, tratábamos otros temas. Me acuerdo que hubo una charla que me quedó grabada para siempre”…

Voy a dejar el fútbol— sorprendió el delantero en uno de los tantos viajes.

¿Cómo vas a decir eso? Si ya te están convocando en Primera— fue la respuesta de Flores.

Si Racing no me hace un contrato, dejo todo y me voy a trabajar al campo con mi viejo— sentenció Lisandro.

“Era lunes y para mí era una locura. A los días me lo volví a cruzar y me dejó tranquilo porque le habían hecho firmar su primer contrato”

En más de 60 años, Angel “Gelo” Flores vivió muchas etapas del equipo, títulos importantes, partidos importante, que siempre lleva en su memoria y en sus “cajones”:

“Me dieron una o dos camisetas por año. Sacá la cuenta. Son pilas y pilas de camisetas que me fueron regalando los jugadores. Las tengo todas dobladitas en varios cajones. Varios coleccionistas me las quisieron comprar: me ofrecieron dólares y euros, pero siempre me niego porque es parte de mi vida.Es como si vendiera un brazo. Ni siquiera les dejo decir una cifra porque sería incapaz de venderlas. Tengo algunas de la década del sesenta que son increíbles”

Por último, el Hincha Chacabuquense dejó una increíble anécdota con sus padres:

“Mis viejos sabían que yo jamás me perdería un partido de Racing y por eso se dieron el gusto de morir entresemana. Para que yo pueda ir al Cilindro. Ellos sabían que el club es mi vida y estaba por encima de cualquier casamiento, cumpleaños o bautismo. Siempre fue la prioridad de mi vida. Creo que si llegara a faltar a algún partido, me enfermaría. Por suerte le pude trasladar esa pasión a mi hijo, que hoy maneja el carrito de los lesionados y él es igual o peor que yo”

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