OCTUBRE ROSA

La historia de Eliana y su lucha contra el cáncer de mama

En el mes de la Sensibilización del Cáncer de Mama, recibimos a una vecina que hace años lucha contra la enfermedad.

En el marco del mes de la sensibilización del cáncer de mama, la vecina, Eliana Gallinger, estuvo en los estudios de Chacabuco en Red compartiendo no solo los momentos más difíciles de su experiencia con la enfermedad, sino también la importancia del apoyo emocional, los chequeos médicos regulares y cómo ha aprendido a convivir con el diagnóstico.

La primera señal: una dureza que aparecía y desaparecía

Eliana comenzó relatando cómo descubrió los primeros signos de lo que luego sería un diagnóstico de cáncer de mama. “A fines de 2020 noté una dureza en mi pecho izquierdo que aparecía y desaparecía. Mi ginecóloga, Elizabeth Pardo, a quien considero uno de mis ángeles, me ayudó a controlarlo, pero era raro porque la dureza cada vez era más grande y venía y se iba”. Eliana, de 31 años en ese momento, destacó que siempre fue cuidadosa con sus controles, y la importancia que le daba a estar atenta a cualquier cambio en su cuerpo.

A pesar de realizarse ecografías y mamografías, fue en junio de 2021 cuando la situación se clarificó. “En la mamografía vieron que tenía microcalcificaciones, y en uno de los nódulos estaban muy juntitas. Ahí fue cuando decidimos hacer una biopsia para confirmar”, explicó. Aunque en ese momento no le hablaron directamente de cáncer, Eliana intuía que algo no estaba bien: “Sentía que algo no estaba bien, pero nunca me asusté, porque confiaba en mis médicos”.

El impacto del diagnóstico: “Lloré, lloré, lloré y pensé que me iba a morir”

En septiembre de 2021, el diagnóstico fue confirmado: cáncer de mama. Eliana recuerda con claridad el momento en que recibió la noticia: “Me acuerdo que cuando recibí los resultados, subí a la camioneta con mi marido y lloré mucho. Le dije: ‘Me voy a morir’, porque uno asocia el cáncer directamente con la muerte. Fue un momento muy duro”. A pesar de ese primer impacto emocional, Eliana destacó lo importante que fue el apoyo de su marido, su familia y amigos en esos primeros días. “Mi marido me acompañó muchísimo, es re importante contar con el apoyo de tu círculo más cercano en momentos como ese”, afirmó.

Eliana y su marido, quien fue uno de sus pilares fundamentales durante el proceso

El proceso del tratamiento: “¡Vamos morocha, que hicimos todo!”

Eliana tuvo que tomar una decisión clave sobre el tratamiento: optar entre una cirugía conservadora o una mastectomía completa. “Me ofrecieron la opción de sacar solo la parte del tumor o hacer la mastectomía completa. Como yo tenía microcalcificaciones en toda la mama, no me podían asegurar que en el futuro no apareciera cáncer otra vez, así que les dije: ‘Saquen todo’”.

Así, en diciembre de 2021, Eliana fue sometida a una mastectomía del pecho izquierdo. “La operación duró unas dos horas. Me dijeron que si encontraban algún ganglio comprometido, no me harían la reconstrucción en el mismo momento. Recuerdo que cuando me desperté en el quirófano, mi cirujano me dijo: ‘Vamos, morocha, que hicimos todo’, lo que significaba que no habían encontrado nada más allá del tumor que ya conocíamos. Lloré de alivio”, comentó.

En la misma cirugía, le colocaron un expansor, una especie de prótesis desinflada que sería luego utilizada para la reconstrucción del seno. A pesar de la dureza del procedimiento, Eliana siempre mantuvo una actitud positiva y estuvo acompañada por su psicóloga, Lucía Farissano, quien ha sido un pilar fundamental en su proceso de recuperación.

El apoyo psicológico: “La psicología es uno de mis pilares”

Desde el primer momento, Eliana buscó apoyo psicológico, algo que ella considera fundamental en su proceso de aceptación y enfrentamiento de la enfermedad. “Cuando me diagnosticaron cáncer, lo primero que hice fue buscar contención psicológica. Mi psicóloga, Lucía Farissano, ha sido uno de mis pilares desde el 2021, y siempre me ha ayudado a mantener la calma y seguir adelante”, aseguró.

Eliana explicó que gracias a este apoyo pudo establecer límites claros con su entorno: “Cuando me dieron el diagnóstico, sentí que todo el mundo quería venir a verme, como si estuviera en mis últimos días, y tuve que poner un freno. Le dije a mis amigos y familiares: ‘No me velen, no me voy a morir’. Necesitaba mi espacio y mi tiempo para procesarlo todo”.

Eliana siempre estuvo acompañada por su familia

El después de la operación: “El cáncer no me define”

Tras la operación, Eliana continuó su tratamiento con medicación y controles regulares. En enero de 2022 recibió los resultados de la operación, y para su alivio, el cáncer era in situ. “Fue un gran alivio saber que el cáncer no se había diseminado. Empecé a tomar una pastilla diaria y sigo haciéndome controles cada seis meses”, explicó.

Un posteo de Eliana: “Esta soy yo hace 5 meses. Que ven en esta imagen? Una chica entrenada, con alimentación saludable y pareciera con buena salud. Bueno, ahí ya tenia cáncer y no lo sabía. Hoy me hago mi 8va quimio de la 2da etapa del tratamiento (faltan 4 mas) Que quiero decir con esto? Al cáncer muchas veces no lo ves y por eso es tan importante que se hagan los controles médicos todos los años y todas las veces que noten algo distinto en su cuerpo.
Hoy ya no están los abdominales, tampoco está mi pelo; pero están las ganas, la perseverancia y la tranquilidad de que estoy haciendo todo para superar esto que me toca. Si se detecta a tiempo, se puede!!!

Para Eliana, uno de los mayores aprendizajes fue entender que el cáncer no define su vida. “Mucha gente se sorprende de que hablo del cáncer con tanta naturalidad. Pero es parte de mi vida, no algo que me define. Sigo adelante, y para mí es importante que los demás lo vean de la misma forma”, afirmó.

Volver a empezar: El regreso del cáncer

Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho tiempo. Eliana relató un nuevo episodio en su vida cuando, en julio del año pasado, se descubrió algo inusual: “Después del control de julio salió todo bien, pero me salió un granito en el escote, cerca de la mastectomía. Pensé que sería algo menor, pero no se fue. Luego apareció otro al lado, y justo me estaba haciendo la reconstrucción mamaria”.

En septiembre se sometió a la última operación, pero el granito no desaparecía. “Mi cirujano me sugirió verlo con una dermatóloga, y aunque yo me venía controlando porque tengo muchos lunares, esos granitos seguían creciendo”.

En diciembre, durante uno de sus controles, su mastóloga notó que algo no estaba bien: “Me dijo que no le gustaba cómo se veía, que estaba rojo, y decidió tomar una muestra”. Aunque la primera biopsia dio resultados negativos, Eliana no se sentía del todo tranquila, y su dermatóloga, Marianela Geloso, tampoco estaba convencida. Así que mandaron las muestras a analizar en Buenos Aires.

Eliana recuerda con claridad el momento en que recibió la noticia: “Un viernes me llama mi dermatóloga, que no atiende los viernes, para que vaya al consultorio. No sospeché nada. Llegué directamente desde la escuela con mi guardapolvo y cuando llegué, me dijo: ‘Tenés cáncer’”.

Este nuevo diagnóstico fue aún más devastador que el primero. “Sentí que no iba a poder. La primera vez te vas preparando, pero esta vez me tomó por sorpresa. Le decía a mi marido que no iba a poder, y él siempre me apoyó, me dijo que íbamos a poder juntos”.

El nuevo tratamiento: “Vamos a ir con todo”

Eliana inmediatamente reanudó su tratamiento psicológico con su psicóloga y comenzó a preparar su mente para lo que vendría. “El mismo día que me enteré que tenía cáncer de nuevo, también supe que esta vez necesitaría quimioterapia. Mi mastóloga fue muy clara: ‘Vamos a ir con todo’”.

Desafortunadamente, en medio de este proceso, su padre falleció de manera inesperada. “Fue una situación muy dura, pero al día siguiente ya estaba con mi oncólogo, conociendo al equipo que me acompañaría en esta nueva etapa”. Aunque su oncólogo fue sincero al decir que el cáncer había vuelto de manera más complicada, Eliana decidió continuar trabajando hasta un día antes de su primera quimioterapia en junio.

Eliana y su papá

Eliana compartió cómo fue la experiencia de comenzar el tratamiento: “La quimioterapia es muy desgastante, tanto física como emocionalmente. Dependiendo del cuerpo de cada uno, el proceso puede ser más o menos llevadero. En mi caso, me tuve que cortar mi pelo, que siempre había sido largo. Fue un momento muy difícil porque amaba mi pelo, pero me preparé mentalmente para lo que venía”.

“¿Te habían avisado que se te iba a caer el pelo?” Esa fue una de las preguntas que surgió durante nuestra charla, y la respuesta fue directa: “Sí, bueno, eso me lo explicó el oncólogo. Me dijo que iban a ser cuatro quimios fuertes cada 15 días y luego, 12 semanales, más livianas. Pero las primeras cuatro fueron duras, me quedé sin defensas, y por eso tuve que cuidarme mucho”. Desde el inicio, la protagonista de esta historia mostró una admirable entereza ante un proceso tan desafiante como el tratamiento oncológico.

La primera quimioterapia fue devastadora. “Estuve tres días tirada en la cama, sin poder hacer nada, ni siquiera mirar la televisión. La debilidad y los vómitos eran terribles”. Pero eso no la detuvo: “Cuando me sentí mejor, le pregunté a mi oncólogo si podía ir a entrenar. ¡Se mató de risa! Me dijo: sos la única persona que hace quimio y al otro día se va a entrenar”.

A pesar de las dificultades Eliana sigue manteniendo su vida lo más normal posible: “Sigo entrenando, aunque obviamente no con la misma intensidad que antes, pero sigo. Lo único distinto es que no puedo ir a trabajar por ahora”. Con su optimismo, ha sido un ejemplo para quienes la rodean, y para quienes enfrentan situaciones similares.

Al ser preguntada sobre cómo maneja el proceso, su mensaje es claro: “El cáncer no debe limitarte. Seguí con tu vida, no dejes de hacer cosas. Para mí es fundamental mantenerse activo y seguir adelante. Además, es crucial no dejar de chequearse. La mayoría de la gente no va por miedo a que le encuentren algo, pero más miedo te debe dar que tengas algo y no lo sepas“. Un recordatorio poderoso de la importancia de la prevención y el autocuidado.

En este mes de sensibilización, Eliana invita a todas las mujeres a estar atentas a su cuerpo y a realizarse controles periódicos: “El cáncer de mama es una enfermedad que, si se detecta a tiempo, tiene muchas posibilidades de curarse. No hay que tener miedo de hacerse los controles” finalizó.

La entrevista completa:

Comentarios

  1. Entiendo totalmente la situación y conozco muy bien el tema soy paciente oncológico hace 8 años vengo también en guerra y guardia activa cada 6 meses me controlo tengo un tratamiento hecho con 35 rayos 54 quimio 7 operaciones 4 en la cabeza una de pulmón 1 glándulas de riñón otra hace 2mes y media de limpieza de la pared pulmón x una afección de líquidos totalmente duro muy desgastente en todo sentido caí en angustia depresión y mucho estrés mi familia me saco adelante con el apoyo y acompañamiento a mi esposa le devo la vida me acompaña desde el minuto 0 nunca me entregó ni me entregare creo en dios en los milagros tuve muchas experiencias inexplicable durante todos estos 8 años de lucha mi carácter me sostiene fuerte y voy x todo cueste lo que cueste no me voy a rendir jamás gracias por este espacio es muy importante poder expresar lo que se vive en esta lucha Sebastián Valgonio dni 24352 734 muchas bendiciones para todos

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