¡Ay, patria mía! Manuel Belgrano, historia y legado, creador del pabelión nacional, precursor y hacedor de las ideas y valores que impulsaron la lucha por la independencia de la patria grande. San Martín lo definió como lo mejor que tenemos en América del Sur.
Repasamos una breve biografía para después ir a lo sustancial de su pensamiento y acción. Hijo de un rico comerciante, nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770 y falleció en una pobreza total el 20 de junio de 1820. Estudió de abogado en Salamanca, España, recibiendo en 1793 su título de abogado. Sintió y presenció los hechos e ideas de la Revolución Francesa, que hizo suya para difundirla en el Río de la Plata y se vio obligado, porque lo sentía, a asumir el fragor de los campos de batalla.
Es así que participa activamente en la invasión inglesa de 1806 por sus ideas, fundó la Sociedad Patriótica Literaria y Económica, además del diario Correo de Comercio en 1810, clausurado por El Virrey dado las ideas que difundía. Más tarde forma parte de la Primera Junta de Mayo y a falta de un símbolo que identifique a nuestros soldados que luchan por la independencia, crea y enarbola las barrancas del Paraná la bandera celeste y blanca.
En el Congreso de Tucumán de 1816 alentó, como gobierno una monarquía constitucional, a cargo de un descendiente de los Inca, de ahí que en nuestra bandera aparezca el sol incaico. Si bien los hechos descritos son importantes, vayamos a lo esencial del pensamiento belgraniano, dado que la historia neoliberal mitrista sólo lo recuerda por la creación de la bandera y la donación de 40.000 pesos oro para la construcción de escuela.
Entonces, para sintetizar lo sustancial de Belgrano diremos, primero era un liberal que presenció y abrazó las ideas de la revolución francesa, igualdad, libertad y fraternidad, todo muy distante de lo pregonado y actuado por los neoliberales actuales. Dos, fue el primero que a través del diario por el fundado Correo de Comercio aborda y difunde la temática ecológica. Tres, está en contra del monocultivo y de los latifundios. Quería un reparto democrático de las tierras y sostenía que los labradores tuvieran su tierra como propietarios. Cuarto, fue el primero que habló de educación popular obligatoria y gratuita, anticipándose a la ley 1420 de la presidencia de Roca y que veía a la educación como un instrumento liberador, donde la mujer decía es igual al hombre en derechos y deberes. Quinto, pertenecía en ese entonces a la corriente filosófica que sostenía la fisiatría, que decía que la riqueza estaba en la tierra justiciariamente repartida y que las materias primas necesitan su transformación, lo que se llama en la actualidad valor agregado, contrario al pensamiento oligárquico.
Seis, junto a Moreno, habla de la industria que nada tiene que ver con el proyecto agro ganadero exportador sostenido por las cuatro M: Martínez de Hoz. ¿Se acuerdan cuando decía mejor caramelo que acero? Menem, Macri y Milei. Recordamos cuando Macri decía que debíamos ser la góndola del mundo. También explica la concepción de Milei de desfinanciar y desalentar la ciencia y la tecnología. Así sólo nos queda exportar materias primas. ¿Y se acuerdan de la expresión de Cavallo, que para Milei fue el mejor ministro de economía que tuvimos, que mandó a los científicos a lavar platos, que luego exiliados los repatrió el gobierno peronista kirchnerista?
Ante la triste realidad actual, desocupación, represión, presos políticos actuales, caída de la actividad económica, endeudamiento descomunal, entrega de la soberanía, precios de los alimentos por las nubes, sueldo que no alcanzan, tiene plena vigencia la expresión de Belgrano en su agonía. ¡Ay, patria mía!
Aguante milei coronel, la batalla es dura pero de a poco va a sacar la basura, que viene bastante bien de por cierto,