Ante el inicio de la siembra de maíz, el ingeniero Néstor Estévez, de la Cooperativa Agropecuaria de Granjeros, recomendó hacer una revisión de los lotes para chequear las condiciones de humedad. Ello se debe a que, debido a la acumulación de lluvias de los últimos meses, en muchos campos las napas están demasiado cerca de la superficie y ante nuevas precipitaciones podrían producirse encharcamientos.
Estévez explicó que en comparación con los últimos años, la campaña agrícola actual es totalmente distinta en lo que tiene que ver con el régimen de lluvias. Los cambios, recordó, se dieron a partir de mayo, con aquellas tormentas que dejaron desde 300 mm para arriba en todo el partido de Chacabuco y campos de la región.
“Eso cambió todo, porque a partir de ahí los suelos se recargaron de agua y las napas se empezaron a levantar. No olvidemos que veníamos de varios años en los que las napas estaban muy abajo y los cultivos no podían aprovecharlas”, señaló. Posteriormente, siguió, vinieron dos lluvias muy intensas en agosto. Todo esto hizo que hoy las napas están, en algunas zonas, a 60 o 70 cm de la superficie.
“Eso ya empieza a ser un problema, porque tener la napa a un metro y medio es un beneficio, pero cuando está a 60 centímetros puede ser una complicación para lo que está implantado o lo que se vaya a implantar”, prosiguió.
Esta situación, dijo Estévez, ha afectado a todos los sectores del partido por igual, aunque a algunos de ellos muy especialmente. Puso como ejemplo lo ocurrido en las cercanías del límite con Salto.
“Un productor de esa zona me decía que en su campo ya lleva 1.600 mm desde enero, cuando en la ciudad de Chacabuco y sus alrededores vamos por los 1.200 mm. Entonces, en esa zona cercana a Salto hay algún camino cortado, lotes encharcados y las napas muy cerca de la superficie”, explicó.
Cómo viene el trigo
El asesor técnico de la Cooperativa de Granjeros indicó que, pese a lo abundante que fueron las lluvias de mayo, la mayoría de los productores que pensaba hacer trigo pudo implantarlo, aunque en muchos casos la siembra se vio demorada y no pudieron usarse ciclos largos de ese cereal.
Más allá de eso, el trigo pudo iniciar bien su ciclo de desarrollo, aunque las últimas lluvias provocaron encharcamientos de lotes, lo cual podría tener consecuencias en los rindes finales. Estévez estimó que la campaña de este cereal fue bastante similar en cuanto a superficie a la del año pasado.
El trigo comenzó en estos días su etapa de encañazón, en la cual requiere una mayor cantidad de agua, la cual, dijo el ingeniero, “va a estar garantizada por varias semanas”, debido a la humedad que hay en los suelos. “Aunque no tengamos lluvia en quince días o un mes, el trigo igual va a vivir, porque tiene muy buenas reservas. En algún momento seguramente hará falta un chaparrón, pero el perfil de suelo lo tenemos recargado de agua”, dijo.
Arranca el maíz
En tanto, en estos días está comenzando la siembra de maíz, para lo cual Estévez recomienda hacer una evaluación previa de los lotes, para saber la profundidad a la que se encuentra la napa. “Si hay que demorar la siembra porque la napa está muy cerca, hay que hacerlo, para no correr el riesgo de sembrar y que una lluvia nos encharque el lote y tengamos pérdidas de plantas o futuras plantas”, explicó.
Igualmente, señaló que tener las napas altas también puede ser de gran ayuda allá por los meses de diciembre y enero, para aportar humedad a los cultivos en caso de que se corten las lluvias. “La napa es un riego subterráneo que tenemos y que muchas veces permite tener muy buenos rendimientos sin que haya tantas precipitaciones”, expresó.
En la campaña pasada se dio la particularidad de que quienes sembraron maíz en fechas más tardías, como noviembre, lograron mejores rendimientos que quienes lo hicieron en forma más temprana. “Eso es una muestra de que todas las campañas son distintas”, expresó el ingeniero agrónomo.
En los meses previos todo indicaba que este año podría haber un aumento en la superficie destinada al maíz, sobre todo por el hecho de que en esta campaña la falta de agua no era una limitante. Ello se confirmará en las próximas semanas, así como también cuál será el área destinada a la soja.
“Hay condiciones para tener buenos rindes de maíz”
Estévez señaló que, en cuanto a precios, tanto uno como otro cultivo se encuentran “en una situación de equilibrio”.
“En maíz hay condiciones para tener buenos rindes, y un buen rinde de maíz muchas veces termina siendo más favorable que la soja. Igualmente, juegan un montón de factores, como la maquinaria”, explicó.
Por último, el asesor de la Cooperativa de Granjeros volvió al trigo y recordó que en la etapa de encañazón, que es la que está por comenzar, hay que hacer monitoreo de enfermedades, para no llegar tarde.
“Lo peor que podemos hacer con un cultivo de trigo es llegar tarde cuando hay una enfermedad, porque gran parte del daño ya está hecho”, finalizó.