El intendente Victor Aiola realizó una entrevista para el Diario Democracia, en donde hablo de varios temas de actualdiad, realizó algunas autocríticas y se refirió al futuro del radicalismo dentro de Juntos Por el Cambio.
Chacabuco dictó la emergencia antes que Provincia y Nación:
Estamos tratando de ordenar el municipio, inmediatamente después del triunfo de octubre hicimos una declaración de emergencia económica y administrativa, previo a la declaración provincial y nacional y estando en el mismo partido de gobierno de Vidal y Macri. Me parecía justo desde el punto de vista ético. La inflación nos pasó por arriba y tuvimos que sincerar, porque los costos de los insumos subieron y los ingresos del municipio se mantuvieron o decrecieron. La cobrabilidad de las tasas municipales ronda del 50 por ciento, o sea que de cada diez vecinos, pagan cinco; ahora todo el mundo se queja de que quiere servicios. Hubo una reducción de la planta política municipal del 20 por ciento y cambiamos el gabinete casi en un 80 por ciento, porque queremos un nuevo perfil para los próximos cuatro años –ni mejor, ni peor-, más profesionalizado en las distintas áreas
¿Va a continuar la obra pública?
Hasta marzo hay un fondo de infraestructura, que permite hacer obra pública, después, suponemos que también va a haber inversión a través de este fondo.
¿Hace alguna autocrítica de estos cuatros años?
Nuestro presidente y la gobernadora han puesto todo de sí para que esto funcione, pero hago la autocrítica y creo que nos terminamos olvidando un poco del ser humano del día a día. Si uno persona trabaja y trata de pagar sus impuestos, que cambie el celular o la moto o un electrodoméstico, eso no es populismo, es un poco de autosatisfacción y recompensa personal que necesitamos todos.
¿El radicalismo fue escuchado lo suficiente dentro del frente?
No, creo que fuimos escuchados, pero quizás tendríamos que haber zapateado un poco más. Cuando uno no gobierna puede pensar y decir casi todo, porque no tiene la responsabilidad de gobernar, pero cuando gobernás y tenés que pagar los sueldos y hacer funcionar un municipio, tenés que ser muy cauto.
¿Pero no cree que comienza un debate más horizontal?
Sí, ahora estamos todos en la misma situación, no hay socios de primera y socios de segunda. Para el radicalismo es una gran oportunidad, ojalá hubiésemos ganado, trabajamos para eso, pero el pueblo votó otra cosa y el radicalismo tiene la oportunidad de generar un candidato a presidente y un candidato a gobernador propio, que compitan dentro de Juntos por el Cambio. La UCR es una gran locomotora puesta en un hangar, el último conductor fuerte que tuvimos fue Raúl Alfonsín, que la dejó ahí, casi regulando a la locomotora, y está esperando que venga un conductor a hacerse cargo, y cuando esa gran masa radical se ponga en marcha, vamos a volver a ser gobierno. Pudimos terminar con doce años de populismo, pero no lo pudimos mantener, quizás porque no seguimos algunos preceptos en los que tanto insistía Raúl Alfonsín, que es hacer política mirando a través del ojo de quien más lo necesita, mirando la política no desde aquellos que manejan encuestas, big data, sino haciendo política desde el territorio, parándonos en el lugar del vecino común, de a pie, al que vos le podés hacer todas las autopistas del mundo, pero si va al supermercado y la leche un día vale dos, otro día vale tres, esa persona no vive bien, el estómago pesa más que cualquier tipo de esperanza, cuando tenés hambre la esperanza se empieza a desvanecer, hasta por un reflejo de supervivencia se termina cambiando el rumbo para otro lugar, que no es quizás el mejor.
¿Juntos por el Cambio tiene que mantenerse unido?
Pienso que sí, que la gente quiere eso, pero dentro de esa unidad el radicalismo tiene que mantener su individualidad y una posición firme en algunos puntos. Hoy estamos todos en el llano. Tenemos que ser la cabeza del león o la máquina de esa locomotora, tenemos que encabezar porque tenemos los hombres capaces de hacerlo.
¿Cuáles son los desafíos para este segundo mandato?
Entregar una Municipalidad mejor, con los números ordenados, que los procesos del Estado sean más rápidos y que el vecino sea protagonista. Queremos ir hacia una ciudad que se ponga de pie, hemos hecho una guardia que es modelo en la Provincia, hemos puesto el resonador magnético. Queremos un polo universitario que crezca y se complemente con Junín y Chivilcoy, y que se reactiven las pymes.