Durante su 63ª Asamblea anual, que se está realizando en la ciudad de Puerto Madryn, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) emitió su reporte semestral de Libertad de Prensa, en el que analizó el contexto actual de la Argentina y del mundo, marcado por una aceleración histórica y por nuevos desafíos para la labor periodística y la calidad del debate democrático.
El informe advierte que fenómenos globales como la desinformación y la irrupción de la inteligencia artificial se mezclan con particularidades locales, poniendo en riesgo la capacidad de la ciudadanía de distinguir entre lo verdadero y lo falso. “La democracia requiere discernimiento, intención y libertad en cada acto comicial. Y el periodismo debe potenciar sus reflejos y procedimientos para destilar el flujo de contenidos de interés público que circulan en coyunturas como la actual”, señaló Daniel Dessein, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de ADEPA, durante la lectura del documento, que fue aprobado por unanimidad por representantes de medios de todo el país.
Respecto del impacto de la inteligencia artificial, ADEPA remarcó que esta tecnología multiplica las dificultades para reconocer la verdad, a la vez que amenaza los derechos de autor y la sustentabilidad de la industria periodística. En ese marco, la entidad adoptó y promueve cinco principios impulsados por la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA) y la Unión Europea de Radiodifusión: la autorización previa de los creadores para el uso de contenidos en modelos de IA; el reconocimiento justo de su valor; la precisión y atribución clara a las fuentes originales; la pluralidad de medios como base para herramientas de IA más robustas; y el diálogo formal entre empresas tecnológicas y organizaciones de noticias para desarrollar estándares de seguridad, precisión y transparencia. “ADEPA reafirma su compromiso con la defensa del periodismo como bien público y con la necesidad de un marco normativo que garantice un entorno digital justo, equilibrado y seguro”, añadió Dessein.
La calidad del debate público
En otro pasaje del informe, la entidad advirtió sobre la degradación de la discusión pública en los últimos seis meses, marcada por insultos del Presidente de la Nación contra medios y periodistas. “Todo funcionario puede refutar o criticar el trabajo periodístico. El derecho a la crítica no ampara ningún insulto, como ha dicho el máximo tribunal de la Nación”, recordó ADEPA. La apelación al odio contra el periodismo —viralizada en redes sociales y replicada por sectores militantes— transgrede normas legales y los principios básicos de la convivencia democrática, habilitando indirectamente la violencia física.
El informe celebró que el Presidente haya anunciado su decisión de dejar de insultar, considerándolo un gesto positivo hacia la convivencia social. No obstante, advirtió que la forma más frágil del diálogo, cercana a la violencia, se da cuando predominan agravios e intimidaciones sobre ideas y argumentos. “Un debate intenso y plural puede y debe sostenerse siempre dentro del marco del respeto y la responsabilidad por lo que expresamos”, subrayó Dessein. Y agregó que nada contribuyen a la vida democrática las formas de propaganda disfrazadas de periodismo.
Violencia y hostigamiento a periodistas
ADEPA también relevó episodios recientes de violencia contra periodistas. En abril, Roberto Navarro fue golpeado por un transeúnte; dos semanas atrás, Eduardo Feinmann fue increpado y agredido por un dirigente sindical; y en distintas protestas sociales se registraron agresiones de fuerzas de seguridad a cronistas y reporteros gráficos. Un hecho especialmente grave fue la vandalización de las instalaciones de Todo Noticias (TN) en junio pasado por parte de militantes y funcionarios kirchneristas, quienes dañaron instalaciones y vehículos tras conocerse un fallo judicial adverso a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Asimismo, el periodista Hugo Alconada Mon sufrió reiterados intentos de hackeo y una fuerte campaña de hostigamiento digital luego de publicar un artículo sobre los servicios de inteligencia. “Este clima hostil estimula la autocensura y perturba la actividad periodística”, remarcó ADEPA.
Censura previa y garantías constitucionales
El informe también denunció un preocupante intento de censura previa a partir de una medida cautelar del juez Patricio Marianello, que prohibió la difusión de audios atribuidos a la secretaria general de la Presidencia. “Aunque su origen fuera ilegal, esta prohibición constituye una limitación ilegítima de la libertad de expresión y de prensa, contraria a la Constitución, la jurisprudencia nacional y los estándares internacionales fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, sostuvo ADEPA.
La entidad recordó que estas decisiones judiciales afectan directamente el derecho de la ciudadanía a informarse sobre hechos de relevancia pública. En este sentido, valoró que el fiscal de la causa haya aclarado que no se podrá vulnerar la protección de las fuentes ni la inviolabilidad de los domicilios de los periodistas involucrados.
Conclusión
En su conclusión, ADEPA insistió en que el periodismo cumple un rol central para que la sociedad pueda acercarse a los hechos, debatir sobre ellos y tomar decisiones colectivas e individuales. Frente a un ecosistema digital contaminado por la desinformación y el odio, y en un clima político de confrontación, la entidad instó a toda la dirigencia argentina a garantizar la plena vigencia de las libertades de prensa y de expresión, y a fortalecer un periodismo moderno, responsable y sustentable como herramienta clave de la democracia.