Según el espacio de izquierda, en la ciudad existen más de 2.700 familias sin acceso a una vivienda propia, mientras que los alquileres superan los $300.000 mensuales, regulados en su mayoría por inmobiliarias. A esto se suman loteos sin servicios básicos ni escrituras, “tomas de terrenos producto de la falta de respuestas y la ausencia de estadísticas oficiales sobre déficit habitacional, viviendas vacías o tierras fiscales disponibles”.
“Hay tierra ociosa y hay familias sin casa, el problema es político, no de falta de recursos”, señalaron los candidatos.
El proyecto del Frente de Izquierda plantea una batería de medidas que incluyen:
- Plan masivo de viviendas sociales: construcción planificada con participación vecinal, loteo de tierras fiscales y expropiación de tierras ociosas.
- Lotes con servicios y escrituras: acceso garantizado a agua, gas, cloacas y luminarias, junto con escrituras sociales.
- Planos gratuitos y cuotas accesibles: viviendas sociales con cuotas que no superen el 10% del ingreso familiar.
- Fondo habitacional con impuestos progresivos: aportes del gran capital agroindustrial, tasas a especuladores inmobiliarios y a viviendas ociosas, con obligación de entregar lotes con servicios.
- Banco de Tierras y control vecinal de obras: registro de tierras disponibles y participación de los vecinos en el control de la transparencia de las obras.
- Trabajo local y reducción de alquileres: generación de cientos de puestos de trabajo en la construcción y los servicios, con un aumento en la oferta de viviendas que permita bajar los precios de los alquileres.
Chilano, Schettino y Gilligan subrayaron que la iniciativa no solo apunta a resolver el acceso a la vivienda, sino también a dinamizar la economía local y garantizar transparencia a través del control vecinal.
“El derecho a la vivienda digna no puede quedar librado al negocio inmobiliario ni a los especuladores. Nuestro plan es para que cada familia trabajadora de Chacabuco tenga un lugar donde vivir con condiciones dignas”, remarcaron.