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El fiscal que lleva adelante la causa, Eduardo Norberto Varas, consideró que existen pruebas que se desprenden de las escuchas a los detenidos de que se realizaban maniobras para la comercialización de drogas desde el interior de la Comisaría de Chacabuco.
Además, que el detenido al que se le imputaron esas acciones, sorteaba los controles que debían realizarse, mediante el pago de dinero.
“El descontrol que se avizoraba en las escuchas telefónicas se ha visto corroborado por el resultado del allanamiento practicado en las dependencias de la comisaría de Chacabuco, donde dentro del calabozo fue hallado clorhidrato de cocaína, cuchillos, facas y una suma de dinero que no puede ser justificada en el lugar de alojamiento de detenidos; suma que supera los cien mil pesos en efectivo”, plasmó el fiscal en un escrito al que tuvo acceso Chacabuco en Red.
Por último, aseguró que uno de los policías detenidos en los allanamientos, declaró que recibía directivas de sus superiores para permitir el ingreso de elementos prohibidos u omitiendo requisas.
Por todo esto, se detuvo durante el día de hoy al comisario Sebastián Rozza, quién está al frente de la Comisaría de Chacabuco, a fin de prestar declaración este martes 25 a las 9 de la mañana en la ciudad de Junín.
