El gravísimo problema de la tierra y la vivienda para los trabajadores es una cuestión que se extiende de norte a sur de la Argentina. Los despidos, las suspensiones, la inflación y los topes (ajustes) salariales producen que, en todo el país, millones de personas no puedan seguir pagando los lugares que habitan.
Trabajadores desocupados y ocupados, informales y formales, se ven imposibilitados de sostener el pago de los alquileres. El encarecimiento de la tierra y de la vivienda es producto de la entrega de tierras a la especulación inmobiliaria. Las familias obreras viven pasan a vivir en villas y barrios precarios. La población se hacina detrás de la casa de un pariente en lotes, viviendas o piezas cada vez más pequeñas. La ausencia de planes de viviendas, planes improvisados y con requisitos excluyentes. A nivel local Juntos prometió 272 casas, luego 132 y finalmente ninguna se construyó. El déficit habitacional es enorme en nuestra ciudad.
Aparece el fenómeno de las recuperaciones de tierras. El municipio dirigido por Aiola criminaliza a esos vecinos sin otra opción: no permite el ingreso de materiales a esos barrios, les niega atención y derechos sociales, envía a la policía junto a topadoras. Del otro lado de la “grieta” Kicillof junto a Berni desalojaron a mujeres víctimas de violencia de género en Guernica para defender un country y está política continúa hasta hoy. La contracara: grandes empresarios inmobiliarios y de la construcción; que hacen edificios con mano de obra precarizada en convivencia con el poder político que les autoriza más pisos, servicios, excepciones a la zonificación. Queda claro el carácter de la clase social para la que gobiernan peronistas y macristas.
Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda proponemos un Plan de Viviendas Populares, urbanización de villas, asentamientos y barrios precarios bajo control obrero, un límite a los precios de los alquileres para que no superen el 25% del salario familiar, la quita de los impuestos inmobiliarios a familias con una única propiedad, la imposición de un impuesto progresivo a las viviendas ociosas, su entrega en comodato a los jubilados, suspensión de los desalojos, constitución de un Banco Nacional de Tierras. El Plan consiste en la compra de quintas por parte del estado, su loteo social, servicios (luz, cloacas, agua, gas, cuneteo, empedrado y abovedado) a cargo del estado, varios planos estándar predeterminados, créditos flexibles con cuotas para compra de terreno y construcción de vivienda que no superen el 25% del ingreso familiar. La administración y puesta en marcha quedaría a cargo de comisiones de vecinos que van a habitar los barrios. El plan generaría trabajo, otro gran déficit local para todos los trabajadores de la construcción, plomeros, electricistas generando un enorme impulso a la economía local y obligando a los especuladores a bajar los precios de la tierra y alquileres. Las cuotas serían usadas para retroalimentar el plan y además su financiación vendría de un impuesto progresivo a los especuladores inmobiliarios, de la construcción y gran negocio agropecuario.
Partido Obrero – Frente de Izquierda Unidad
Pero que tremenda cagada, para el partido obrero está muy bien usurpar terrenos ajenos, por qué no ofrecen sus hogares o lotes que tengan ustedes , llevenlos a vivir a sus patios, si ustedes lo hacen yo lo hago tambien