El 70 por ciento de quienes deben abonar la cuota alimentaria no cumplen en tiempo y forma

Este jueves por la tarde se llevó a cabo en el Teatro Italiano una jornada en la que se presentó un informe titulado “Incumplimiento de la obligación alimentaria en la provincia de Buenos Aires”. El documento contiene los resultados de un estudio en el que participaron 6.642 mujeres de los 135 municipios bonaerenses.

La presentación estuvo a cargo de un panel en el que participaron la subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia, Lucía Portos; la diputada provincial Micaela Olivetto y la abogada feminista Sabrina Cartabia.

Tras la charla, Portos comentó que en el encuentro, que tuvo en el auditorio a varios abogados, también fueron presentadas dos leyes recientemente sancionadas por la Legislatura que “modifican el proceso para el acceso a la Justicia en litigios por cuota alimentaria”.

“Son casos que son muy frecuentes y habitualmente las personas que litigan por la cuota alimentaria son mujeres, porque son las que están a cargo de la crianza de los hijos y que ven muchas dificultades para que sus niños y niñas puedan acceder a los derechos”, expresó.

Portos dijo que estos proyectos de ley surgieron de un informe que el Ministerio de la Mujer hizo tres años atrás, y que fue validado por Unicef, en relación a lo que significa el “abandono parental” y “el ausentismo de los varones respecto a sus responsabilidades de cuidado”. Los resultados, prosiguió, muestran que hay casi un 70 por ciento de “elusión” del pago de la cuota alimentaria.

El ausentismo de los varones

“Estamos hablando de que el 70 por ciento no cumplen de manera satisfactoria y casi un 60 por ciento incumple gravemente con sus obligaciones alimentarias, y ni hablar del ausentismo de los varones a la hora de repartir los cuidados, o sea, los días que está con uno o con otro, o quién lo lleva a la escuela o al médico. Todas estas cuestiones también están medidas en el informe y nos hablan de un ausentismo que muchas veces no sólo es económico, sino también afectivo”, indicó.

Otro dato alarmante que dejó el informe es el endeudamiento en el que caen muchas madres que crían solas a sus hijos. “Para poder sostener la crianza en soledad se endeudan con parientes, con financieras y a veces con prestamistas, poniéndose en situaciones de riesgo a nivel territorial, porque sabemos lo que son los prestamistas de los barrios”, dijo Portos.

“En el informe también se ven las estrategias que hacen las madres para poder sostener el cuidado de sus hijos y al mismo tiempo el trabajo. Un dato que surge sobre esto es que muchas veces termina habiendo niñas o niños mayores haciéndose cargo de cuidar a sus hermanitos cuando llegan del colegio, por ejemplo, porque la mamá llega de trabajar dos horas después. Es importante medir esas horas de riesgo en clave de lo que significa cultural y socialmente una sociedad que se desprende del cuidado de los niños y las niñas como si fuera responsabilidad exclusiva de las mujeres”, prosiguió.

“Van a ayudar muchísimo”

-¿En qué pueden ayudar estas leyes para mejorar esta situación?
-Creemos que van a ayudar muchísimo porque son leyes que aceleran el proceso judicial, que mejoran la forma de notificación, porque permiten que la persona que está siendo demandada pueda ser notificada por WhatsApp, y bajan la exigencia en cuanto a la necesidad de probar qué significa el alimento o cuánta plata se necesita para alimentar o para cuidar a esos hijos porque para fijar la cuota toma un índice que si bien no es obligatorio sirve como referencia, y es el Índice de Crianza del Indec que prontamente también vamos a empezar a elaborar en la provincia de Buenos Aires. Justamente, la novedad que trajimos hoy a Chacabuco es que la provincia va a tener su propio índice de crianza, en el que vamos a medir cuánto cuesta criar y cuidar a un niño, niña o adolescente, hasta los 18 años, e incluso vamos a tomar algunas cosas que no figuran en el índice nacional, como si el niño o niña tiene discapacidad.

-¿En base a eso se va a fijar la cuota?
-El juez o la jueza que intervengan van a poder utilizar eso como contexto o como un indicador de piso o referencia para fijar la cuota alimentaria. Obviamente, si el alimentante tiene un poder económico más importante el juez o la jueza pueden fijar cuotas mayores.

-¿Tienen alguna utilidad los registros de deudores que hay vigentes, como el que impide la renovación del carnet de conducir?
-Justamente, la segunda ley modifica el Registro de Deudores Alimentarios, donde a partir de ahora se puede inscribir a la persona deudora desde el primer incumplimiento, porque antes había que esperar tres incumplimientos seguidos o cinco salteados. Ahora, desde el primer incumplimiento ya se puede inscribir al deudor a pedido de la mujer o del mismo juez actuando de oficio. Eso es algo que mejora mucho la situación. También modificamos para que las sanciones sean un poco más importantes para que no sea sólo el impedimento de renovar el registro de conducir, que era hasta hoy lo único que figuraba. Lo que se busca es que quien ingresa al Registro busque la forma de salir, porque lo que pasa hasta hoy es que quien es inscripto permanece ahí porque la sanción no es suficiente.

-¿Qué sanciones se incorporan?
-Ahí los jueces pueden encontrar lo que llamamos medidas creativas. Acá en Chacabuco, por ejemplo, el Intendente tomó una decisión muy importante que es no entregarle lotes a varones que sean deudores de cuotas alimentarias. Así, en cada lugar habrá que ir buscando cuáles son las sanciones que implican fomentar el cumplimiento de la cuota, porque es la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos.

-¿En estos temas se está avanzando o la crisis y la situación socioeconómica hacen que se vaya para atrás?
-Nosotros estamos avanzando, porque tenemos muchas cosas en carpeta, pero por supuesto que la situación está muy complicada y todo lo que significa presupuesto, sobre todo para políticas de género y diversidad, está muy mermado. El gobierno nacional ha tomado la decisión absolutamente ideológica de recorte de derechos, y como parte de eso cerró el Ministerio de las Mujeres. Esto nos dejó sin herramientas muy importantes, como era el programa Acompañar. Además, el contexto social de discusión está muy inoculado por los discursos de odio y esta idea que se fomenta desde el gobierno nacional y algunos medios de comunicación de que las desigualdades por razones de género son mentira o que las mujeres hacemos desde la mentira, y si denunciamos o pedimos la cuota alimentaria es para molestar. Son cosas que se van instalando y hacen que la discusión se vuelva más compleja, pero nosotras no vamos a aflojar y el gobierno de la provincia de Buenos Aires va a sostener este tipo de políticas porque son la alternativa a la crueldad. Poder encontrarnos en una idea de una crianza compartida es de las cosas más importantes que tiene una sociedad para comunitariamente enfrentarse a esta crueldad planificada del gobierno nacional.