El 23 de octubre de 1947, el investigador argentino Bernardo Houssay recibió el premio Nobel de Medicina, en un momento en que la investigación científica y tecnológica es desfinanciada por un gobierno nacional que está desmantelando todo lo que significa ciencia y tecnología. Vayan estas palabras que dijo Houssay cuando recibió el premio Nobel: “Quiero dedicarme al desarrollo científico de mi país, del país donde nací, me formé, tengo amigos, nacieron mis hijos, luché, aprendí y enseñé”.
También afirmaba que sin desarrollo científico y técnico no seremos capaces de organizar las industrias ni la explotación de nuestras riquezas naturales, viviremos pobre en medio de riquezas y dependeremos indefinidamente de los capitales y técnicas extranjeras.
Volviendo a Houssay, nació en Buenos Aires en 1887, terminó sus estudios secundarios a los 13 años, se recibió de farmacéutico a los 17 y de médico a los 21 con diploma de honor, a los 23 años era profesor, durante su larga y productiva existencia trabajó en la investigación y todas las mañanas era posible encontrarlo mientras caminaba desde su casa a la facultad porque nunca tuvo automóvil.
Housay recibió el Nobel, el primero que se concedió a un científico latinoamericano, para el descubrimiento de la importancia de la hormona del lóbulo anterior de la hipófisis para el metabolismo del azúcar, en la práctica sus descubrimientos permitieron un mejor conocimiento de las causas de la diabetes y por lo tanto la puesta en práctica de tratamientos más efectivos que podían salvar millones de vidas.
Cuando se le entregó el premio, recibió también las más tentadoras ofertas para trabajar en los centros de investigación más famosos del mundo, sin embargo no quiso abandonar el país y continuó trabajando en las limitadas condiciones que se le ofrecía. Para mejorar la enseñanza en la universidad, impuso la dedicación exclusiva de los profesores, establecía que el cargo docente era incompatible con cualquier otro, de esta manera pensaba que el profesor podría dedicar todos sus esfuerzos a una sola tarea, pero también contaba con suficiente tiempo libre para poder crear.
Planteó la necesidad de recuperar a los intelectuales argentinos que se encontraban en el exterior y a los que el Estado debía asegurar condiciones de trabajo adecuadas y sueldos dignos para poder mantener a su familia.
Recordemos que el peronismo kirchnerista repatrió a más de mil científicos argentinos que estaban en el exterior, por la misma aplicación de la política económica, social y científica de este neoliberalismo que hoy encabezan Milei y Villarruel. Palabras que hoy no son escuchadas.