“Donar es dar vida”: la historia de Pablo Torres, un ejemplo de lucha y esperanza

En el Día Nacional del Donante de Órganos, la historia de Pablo Torres conmueve y deja un mensaje tan potente como esperanzador. Hace más de 20 años enfrentó una de las batallas más difíciles de su vida: un linfoma no Hodgkin de alto grado, con un tumor retroperitoneal de 22 centímetros. Su camino incluyó quimioterapia agresiva, internaciones prolongadas y un autotrasplante de médula que le salvó la vida. Hoy, curado y agradecido, comparte su testimonio para concientizar sobre la importancia de donar médula ósea.

“Cuando me diagnosticaron, se me cayó el mundo. Era una persona sana, deportista, con una vida ordenada, y de repente estaba enfrentando un cáncer gravísimo”, recuerda Pablo. Corría el año 2004 y el tratamiento inicial no daba resultados. Su deterioro físico fue extremo. “Llegué a un punto en que los médicos me preguntaron si quería seguir porque no había avances. Y dije que sí. Luché más por mis hijas, que eran chiquitas, que por mí”, relata con emoción.

El giro llegó con una segunda línea de tratamiento. El tumor empezó a ceder, Pablo pudo volver a alimentarse y, lentamente, recuperar fuerzas. Su equipo médico, tras asistir a un congreso en Boston, tomó una decisión clave: realizar un trasplante de médula para reducir el riesgo de recaída. Así llegó el autotrasplante, utilizando sus propias células madre recolectadas por sangre periférica.

“El trasplante fue como una transfusión. Se colectan células madre que luego se conservan y se reinfunden al paciente. Lo importante es que cualquier persona sana puede ser donante, sin necesidad de pasar por una cirugía o una situación extrema. Solo hace falta voluntad”, explica Pablo, con el deseo claro de derribar mitos sobre la donación.

Durante más de una década se sometió a controles médicos. Primero mensuales, luego cada seis meses y finalmente anuales. “Después de 12 años me dieron el alta definitiva. Ya no tengo que controlarme más. De lo que tuve, estoy curado”, afirma, con una sonrisa que resume años de lucha y esperanza.

En este día especial, Pablo deja un mensaje contundente: “Donar es dar vida. Así de simple. A veces una persona está esperando una oportunidad para vivir. Ser donante es darle esa oportunidad. Y donar médula es algo que podés hacer estando completamente sano. No duele, no es complicado. Solo se necesita querer ayudar”.

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