El martes 24 pasado se cumplieron 90 años del fallecimiento de Carlos Gardel, el cual será recordado este sábado, desde las 21.00, en un espectáculo en su honor que se llevará a cabo en el Teatro Italiano. El nuevo aniversario motivó interrogantes acerca de cuántas veces el Zorzal Criollo visitó Chacabuco para actuar ante el público.
Quien desde hace años viene recopilando datos sobre el tema es Obdulio Schettino, conductor radial y animador de la velada de este sábado, para quien Gardel estuvo en Chacabuco tres veces. La primera de ellas, contó, fue en septiembre de 1913. Ello sucedió en el marco de la primera gira que el cantor realizaba por el interior provincial, la cual también lo llevó a escenarios y salones de Mercedes, Junín, Rojas, Alberti, Bragado y General Viamonte.
Por aquellos tiempos, el Morocho del Abasto estaba iniciando su carrera artística. Tanto es así que, en esta gira, comenzó a alternar el uso de su apellido real, que era Gardes, con su apellido artístico, que adoptaría definitivamente al finalizar la recorrida.
Carlitos llegó por primera vez a Chacabuco acompañado por los guitarristas José Razzano y Francisco Martino, con quienes se presentó en el sótano del Salón Moderno, que estaba ubicado en la esquina de lo que hoy es la avenida Alsina y calle Rivadavia, frente al Banco Provincia.
Schettino relató que la segunda visita del Zorzal a nuestra ciudad fue en 1918. Esa vez brindó un recital en el Teatro Royal, que se hallaba en la primera cuadra de la avenida Alsina, donde hoy se encuentra la sucursal del Banco Credicoop. La tercera visita, agregó, se produjo el 24 de junio de 1921 y el recital fue en el Cine Teatro Español. En este caso, el cantor se encontraba realizando una gira que se había iniciado en Junín y que era la despedida del dúo que integraba con el uruguayo Razzano. Los acompañaban los guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri.
Aquella visita de Gardel a Chacabuco dejó muchas anécdotas. Schettino contó que el Zorzal se hospedaba en el Hotel Unión y que en su camino hacia el Cine Español paró a comprar cigarrillos en un negocio que en la calle Reconquista tenía Francisco Legnazzi. Además, en la caminata fue acompañado por un niño, Humbero Guareschi, que le llevó la guitarra.

El conductor también recordó que el encargado de subir y bajar el telón del cine era Carlos Palavecino y que el recital no sólo fue a sala llena, sino que tanto o más público había quedado en la puerta del Cine esperando ver a Carlitos. Al salir, Gardel tuvo una actitud amable con quienes lo aguardaban y le pidió a los guitarristas desenfundar sus instrumentos para, junto a ellos, interpretar algunas canciones parado sobre un charret.
Hay quienes hablan de una posible cuarta visita de Gardel a Chacabuco, en agosto de 1933 -menos de dos años antes de su muerte-, también para actuar en el Cine Español.
Schettino mencionó a numerosos fervientes gardelianos que hubo en nuestra ciudad, como Carlos Patricio Ferreyra, que siendo muy joven, y viviendo en Buenos Aires, le hacía los mandados a la madre del cantor. También nombró al doctor Juan José Errico, que conoció a Gardel el día de su graduación; a Alberto Aramburu, que tenía la colección completa de los discos grabados por el Morocho; a Ledá Perrone, que alguna vez le lustró los zapatos al Zorzal, y al recordado Ángel Albornoz -también conocido como “Gardelito”-, que siendo niño, al salir de la escuela, se enteró del trágico fin de Carlitos y a partir de allí decidió vestir toda su vida atuendos como los que usaba su ídolo.
