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Cómo elegir zapatillas cómodas para largas caminatas

Cuando hay que caminar largas distancias, escoger correctamente el calzado es sumamente importante para circular cómodamente sin perder protección.

Las zapatillas adecuadas pueden hacer la diferencia en cuanto al disfrute de la caminata o el sufrimiento de molestias continuas.

Tanto para recorrer las calles, pasear por senderos o entrenar para maratones, tener el par correcto evita lesiones y garantiza confort a cada paso. Existen muchos factores que determinan el calzado perfecto, como por ejemplo la amortiguación, el ajuste y soporte, y el tipo de terreno sobre el que caminar.

Factores a considerar

Ajuste y tamaño

Las zapatillas con el ajuste adecuado son esenciales para evitar ampollas, rozaduras y molestias en caminatas de larga duración. Proporcionan el espacio perfecto en la puntera para que el pie se expanda de manera natural con cada paso, impidiendo su compresión.

Además, el talón de unas Topper Hanoi u otra marca debe mantenerse sin deslizamientos dentro del calzado, previniendo inestabilidad y potenciales lesiones.

Amortiguación

La amortiguación se encarga de absorber los impactos generados a cada paso, sobre todo en superficies duras como el pavimento. El calzado con una entresuela ancha fabricada con compuestos como gel o EVA reduce la presión en las articulaciones, lo que da como resultado una experiencia confortable.

Para definir la amortiguación perfecta hay que considerar varias cosas, sobre todo el tipo de caminata y peso del usuario. Aquellos que deben recorrer distancias extensas o padecen problemas en las articulaciones están obligados a optar por ejemplares de alto acolchonamiento. No obstante, el exceso de amortiguación puede quitar estabilidad.

Soporte y estabilidad

Tanto el soporte del arco como la estabilidad estructural son vitales para una postura correcta que evite la fatiga en los pies. Unas buenas zapatillas deben equilibrar rigidez y flexibilidad, permitiendo que el pie se mueva naturalmente sin que ello implique deformaciones.

Una persona con pisada supinadora o pronadora puede necesitar modelos con soporte específico para minimizar el riesgo de sufrir una lesión y corregir la alineación del pie. Además, la incorporación de un contrafuerte en el talón sirve para conservar los pies en la posición adecuada y optimizar la estabilidad en áreas irregulares.

Transpirabilidad

Un calzado transpirable se encarga de mantener los pies frescos y secos, impidiendo la generación de sudor que resulta en incomodidades y aparición de hongos y ampollas.

Para eso, materiales como el tejido de punto y malla sintética favorecen la circulación interna de aire, regulando la temperatura de los pies en largas jornadas de uso.

Para circular con climas calurosos o muy húmedos, lo mejor es optar por zapatillas de buena ventilación, pero en contextos fríos se aconseja recurrir a materiales que tengan un buen balance entre aislamiento térmico y transpirabilidad. La tecnología de absorción de humedad y tratamientos antibacterianos incrementan el confort en caminatas extensas.

Peso del calzado

El peso del calzado es un factor muy importante en términos de fatiga muscular y eficiencia en la caminata. Las zapatillas livianas disminuyen el esfuerzo necesario para ejecutar un paso, dando un mejor desempeño en largos recorridos que transcurran en superficies urbanas o llanas.

No obstante, para andar por senderos irregulares se necesita algo reforzado y de mayor robustez estructural, ya que es importante la estabilidad y protección. El material de la suela y entresuela afecta el peso del calzado. Por ejemplo, la espuma EVA combina liviandad y amortiguación, mientras que el caucho de tracción avanzada suma peso pero también agarre y durabilidad.

Flexibilidad y suela

El calzado excesivamente rígido limita el movimiento y genera tensión muscular, pero el demasiado flexible puede carecer del soporte necesario para andar de forma segura. El diseño de la suela debe adecuarse al terreno sobre el que se camina con mayor frecuencia.

Para terrenos lisos y asfalto se sugiere una suela de moderados patrones de tracción, pero en zonas irregulares son convenientes los tacos profundos que prioricen la estabilidad y la adherencia.

Tipos de zapatillas según el terreno

Para caminar por asfalto o zonas urbanas, lo mejor es elegir un calzado de buena amortiguación y suela flexible que absorba el impacto de las superficies duras, como las Topper Hanoi. Deben ser livianas y transpirables para que el interior no se sobrecaliente, y al mismo tiempo no generen un exceso de fatiga en recorridos prolongados. Muchos ejemplares pensados para running se adaptan a la perfección a este estilo de caminata.

Para senderos naturales, una buena idea es optar por zapatillas de trekking o senderismo, pues priorizan la estabilidad y el soporte. Las suelas con patrones de agarre profundo potencian la adherencia en tierra, barro y grava, minimizando las probabilidades de un resbalón. Los refuerzos en el talón y la puntera cuidan los pies de golpes con raíces o piedras.

Para caminar largas distancias o circular por terrenos mixtos, es clave encontrar un par que equilibre confort, tracción y amortiguación. Los modelos híbridos que mezclan la liviandad del calzado deportivo y la resistencia del diseñado para senderismo son ideales para aquellos que suelen alternar entre tierra y asfalto.

Consejos para comprar zapatillas

La mejor manera de probarse unas zapatillas es al final del día, porque los pies están ligeramente hinchados y simulan las condiciones reales de una larga caminata. Además, es determinante emplear las mismas medias que luego se usarán para caminar, evaluando la sensación del ajuste. Hay que prestar atención a las incomodidades y puntos de presión, porque hasta un leve roce puede ser un problema.

También hay que considerar el tipo de caminata a efectuar. Eso permite evaluar con mayor precisión la amortiguación, flexibilidad de la suela, peso de las zapatillas y sujeción del arco. Las opiniones de otros usuarios y comparación de tecnologías pueden hacer la diferencia al invertir en calzado.

Mantenimiento del calzado

Para maximizar la longevidad del calzado y conservar el desempeño, es muy importante limpiarlo con regularidad. Tras cada sesión de caminata, hay que eliminar el polvo y la suciedad mediante un paño húmedo o cepillo de cerdas suaves. En caso de que esté demasiado sucio, pueden ser lavadas con jabón neutro y agua. El exceso de humedad puede perjudicar la estructura interna y los materiales.

Una vez concluida la limpieza, tienen que secar a la intemperie, pero lejos de fuentes de calor directas como el sol. Un buen indicio de que las zapatillas deben ser reemplazadas es el desgaste desigual de la suela, pues eso genera inestabilidad y falta de tracción.

En caso de usar unas Topper Hanoi u otro modelo para caminar regularmente, lo

mejor es alternar entre dos o tres pares de zapatillas, siendo un método sencillo para que los materiales no pierdan forma ni durabilidad rápidamente.

Errores comunes al elegir zapatillas para caminar

Un error muy común al comprar calzado es elegir el modelo incorrecto para el tipo de superficie. Muchos usuarios usan zapatillas deportivas tradicionales en terrenos irregulares, careciendo de estabilidad y potenciando el riesgo de sufrir una molesta lesión. Al mismo tiempo, las suelas muy rígidas pueden generar incomodidad y fatiga acelerada en asfalto.

Comprar un par de un número menos o más puede dar como resultado ampollas, rozaduras y molestias varias al andar. La incorrecta elección de medias influye en la comodidad general de las zapatillas. Para evitar problemas, se recomienda prestar atención a que los dedos tengan suficiente espacio y el talón no se deslice al caminar.

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