BOMBEROS

Chacabuco en Red dialogó con un bombero de rescate que trabajó en el trágico derrumbe de Villa Gesell

Claudio Taramasco es oriundo de la localidad de Rawson.

El pasado 29 de octubre, fue noticia a nivel nacional un lamentable hecho ocurrido en la localidad balnearia de Villa Gesell, por el derrumbe del hotel Dubrovnik. Durante casi 10 días, unas 2000 personas trabajaron para poder rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros. Lamentablemente en el hecho murieron 8 personas y hubo un sobreviviente.

Esta mañana Chacabuco en Red entrevistó a Claudio Taramasco, bombero especial de rescate, oriundo de la localidad de Rawson, quien estuvo presente en el derrumbe, trabajando unos 9 días en forma ininterrumpida. Bomberos del cuartel de Chacabuco también viajaron para prestar colaboración.

Bombero de Rescate:

“Nosotros pertenecemos a la Brigada ART13 Puma y en mi caso me tocó estar a cargo del grupo durante 9 días. En este hecho estuvimos trabajando con la región noroeste. Nos dedicamos a lo que son desastres naturales o de la magnitud del caso de Gesell. Tenemos años de cursos y contamos con elementos tecnológicos de rescate, como cámaras térmicas”.

La llamada de Gesell:

“Cada líder de grupo recibe un alerta ante una catástrofe y tenemos dos horas para llegar a nuestra base. Desde allí nos dirigimos a cualquier parte del país o incluso al exterior. Cuando llegamos al lugar, uno trata de obtener la mayor cantidad de información posible, la cantidad de gente adentro del derrumbe y los alrededores. Nosotros estamos asegurados con cuerdas, poleas”.

El rescate de las víctimas:

“Se toca un silbato, se para todo y nos presentamos. Después se hace silencio total, si no se escucha nada, se tocan dos silbatos más y se sigue con la tarea. También tenemos un aparato que percibe las ondas, se puede detectar una gota de agua o hasta un corazón que está latiendo”.

El apoyo psicológico:

“Nosotros trabajamos 12 horas de corridas, contamos además con una equipo de psicología en emergencia para nosotros o para la gente que está allí. Siempre está la ayuda psicológica. Cada vez que termina una jornada dialogas con el compañero para saber cómo está”.

“Se trabajó acorde a la situación, en conjunto con otras brigadas. Por el desastre que fue, es una buena experiencia de trabajo que sirve para lo que viene. No es lo mismo hacer prácticas, que tener que actuar en un hecho real”.

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