Carlos Vita festejó sus 91 años

Este miércoles festejó sus 91 años Carlos Antonio Vita, que desde hace casi ocho décadas se viene desempeñando en distintos medios gráficos de Chacabuco. En la jornada, el decano de los periodistas locales recibió el saludo de familiares, amigos y colegas y, como suele hacer, recordó anécdotas de distintos momentos trascendentales en su vida y en la historia de Chacabuco.

Vita se vinculó con los medios de comunicación cuando sólo tenía 13 años, luego de finalizar sus estudios primarios en la Escuela N° 1. El primer trabajo, contó, lo tuvo en el diario Clarín, que dirigía don Pedro De Nigris y estaba en la calle Reconquista. Su ingreso fue como aprendiz de cajista.

“Ahí aprendí periodismo, porque también me mandaban a hacer notas”, relató. De Clarín pasó luego al periódico Repicar, de Américo Speroni, y después a La Razón, que estaba en la primera cuadra de la calle Zapiola y cuyo director era don Adolfo Souflé.

Finalmente, en la década de los ‘50, cuando terminó el servicio militar, ingresó al periódico Chacabuco. Allí, durante más de 70 años, fue periodista todo terreno, ya que no sólo escribía crónicas policiales, políticas y de otros temas de actualidad, sino también estaba a cargo de las páginas sociales.

Su trayectoria en el bisemanario se extendió hasta hace unos pocos meses. “Ahora tengo la máquina de escribir detenida”, expresó el periodista, que junto a su actividad en el Chacabuco tuvo una extensa historia de militancia en el peronismo. Acerca de esto, aún recuerda una visita que allá por 1982, cuando la dictadura militar se hallaba en retirada, le hizo quien luego sería presidente, Carlos Menem, que visitó la ciudad para brindar una conferencia en la Asociación Bancaria.

Debido a su actividad en el bisemanario, Vita fue dirigente del sindicato de los gráficos y secretario general de las 62 Organizaciones de Chacabuco. Además, fue concejal en la década de los ‘70 y en el regreso de la democracia.

El periodista también cuenta con orgullo la amistad que tuvo con el escritor Haroldo Conti, quien se encuentra desaparecido desde mayo de 1976. Con él compartieron la propiedad de un caballo de carrera, llamado Rocinante, y frecuentaban la confitería que primero se llamó Bar Japonés, luego Confitería Tonelli, pues su dueño era Raúl Tonelli -hijo del exintendente radical Apolinario Tonelli- y actualmente es la confitería del Club Huracán.

Así, mientras se prepara para volver a poner en marcha la máquina de escribir, Vita relata anécdotas e historias y recibe el saludo de los vecinos que a lo largo de estas décadas se enteraron del devenir de la ciudad a través de sus notas.