A lo largo de 30 años, específicamente en cada uno de ellos, fui buscando el significado de la palabra justicia. Y en cada uno de esos años que pasaron encontré significados distintos. Probablemente porque en tantos años y a medida que crecemos, creemos o comenzamos a descreer en ciertas cosas, tal vez la propia madurez de los años nos hace ver las cosas distintas porque la vida misma nos va mostrando cosas diferentes.
Creí más y a veces menos en algún Dios, a veces defendí posturas que en otros momentos rechace profundamente. En definitiva, fui buscando ese significado y al día de hoy no puedo definir con pocas palabras lo que significa. Pero lo más llamativo de toda esta búsqueda fue que a lo largo de estos años, siempre me encontré con las mismas preguntas, ¿Quién hace la justicia? ¿Quién ejerce la justicia? ¿Qué nos da la justicia?
Las respuestas van a un mismo lugar. El hombre. Hombres en los cuales depositamos nuestras creencias y a veces esperanzas, en que son ellos quienes nos darán respuestas, que ejercerán con sabiduría y que esa Justicia que tanto buscamos, en nuestro caso tal vez nos de paz.
En algún otro discurso en el cual he tenido la oportunidad de expresar lo que creo muchos de nosotros sentimos, escribí que nuestra historia es como un cuento sin final. Para llevarlo a un contexto más moderno, sería como una de esas series con capítulos eternos, que nunca sabremos cuando termina, la que le agregan temporadas todo el tiempo. Así, parece ser nuestra historia.
En ese momento, cuando buscamos tener respuestas es cuando la palabra Justicia tomó más fuerza. Marzo se convierte en un mes en el cual se nos empieza a revolver el corazón, donde los sentimientos están más a flor de piel. Donde los recuerdos se mezclan con nuestro llanto interno.
Cada 17 de marzo, se convierte en un año más de no saber, de tal vez creer en que vamos a tener respuestas o tal vez tan solo un gesto de acompañamiento. Pero con solo esperar al día siguiente sabemos que no es así. Que se escucharon discursos vacíos de sentido en los cuales nos hablaron de geopolítica como si fuéramos expertos siguiendo países del otro lado del mundo a los cuales muchos no sabemos ni siquiera ubicarlos de un simple vistazo en el mapa. Nos hablaron probablemente de la incansada búsqueda de verdad, de los esfuerzos que han realizado por encontrar a los culpables. Nos habrán hablado del dolor y que acompañan a los familiares en ese dolor sin siquiera saber que es y quienes somos.
Escuchamos atentamente y con respeto a todos esos que nos miran con sus palabras. Quisiera que hicieran lo mismo con nosotros.
En 30 años han pasado decenas de gobernantes, y para ser bien específico pasaron 8 presidentes desde 1992 y han pasado 19 jueces de la corte suprema. Han cambiado decenas de autoridades en todos los estamentos de gobierno; pero ninguno se ha puesto realmente en nuestro lugar. Tal vez la palabra empatía no la conozcan.
Nos responden a nosotros y a la sociedad en su conjunto, con silencio e impunidad. Con desidia. Es el reflejo de lo que vivimos todos los días.
Pasaron 30 años del Atentado a la Embajada de Israel, donde 29 personas fueron asesinadas incluido mi viejo, y eso es lo que obtenemos como respuesta. Impunidad. Silencio. Hojas vacías de una causa que no ha mostrado absolutamente nada.
Solo hace falta pensar unos momentos para entender que un atentado no se hace de la noche para la mañana. Que hace falta organización, que hacen falta todos los medios necesarios para llevarlo a cabo. Que hace falta una conexión local que colabore.
Y digo que nos responden con silencio e impunidad, porque venimos pidiendo en estos 30 años, que se investigue la conexión local y solo obtuvimos eso. NADA.
Llenos de silencio a nuestros pedidos, no tienen el derecho a molestarse con nuestras palabras.
Y si así fuera, les propongo algo sencillo; me disculpo delante de la argentina entera cuando me demuestren con hechos, que han investigado como corresponde. Que han buscado incansablemente las respuestas necesarias para darnos a nosotros. Me disculpo ante toda la sociedad cuando me demuestren con hechos que han investigado la pista local.
Ofrezco mis disculpas si he ofendido a alguien cuando pueda decir un 17 de marzo que la locura humana cometió este atentado atroz pero que la justicia pudo darnos respuestas. Mientras sigan pasando años vacíos de respuestas oirán de nuestras bocas lo mismo.
Muestren a toda la sociedad que hechos de esta envergadura no quedan impunes. Muestren que, si buscamos respuestas, están para darlas.
Ayúdenme a poder encontrar el significado de la palabra JUSTICIA-
*El autor es hijo de Miguel Angel Lancieri, muerto en el atentado. Tenía 16 años cuando murió su padre.
Con los Kirchner al mando olvídate, mataron a un fiscal y testigo de causa corrupción , no se puede encontrar justicia con esta gente, lo lamento
Los Kirchner no estaban en Buenos Aires hace 30 años y ningún presidente sea del signo que fuera, tiene potestad para investigar. Eso le corresponde a nuestro tristisimo y corrompido poder judicial, desde la instrucción hasta el supremo tribunal. Allí es hacia donde deberían dirigirse las críticas. Separación de poderes. Base del sistema republicano
Como te entiendo Maxi querido!!! Hay responsables, claro que los hay. Vos y yo sabemos quienes, no los autores, pero si los responsables que al día de hoy no haya JUSTICIA.