OPINIÓN

A 48 años de “La noche de los lápices” y a 51 del asesinato de Víctor Jara

Memoria viva: Tres hechos que marcaron un 16 de septiembre

Hechos históricos han ocurrido en nuestra patria grande, y no debemos olvidar, manteniendo una memoria activa. No solo el 16 de septiembre de 1955 se derrocó a un gobierno legal, legítimo y popular, sino que también, un 16 de septiembre de 1976, diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de La Plata fueron secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue llevado a cabo por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida entonces por el General Ramón Camps, quien calificó el hecho como “accionar subversivo en las escuelas”. Este suceso es recordado como “La noche de los lápices”.

Además, un 16 de septiembre de 1973, fue asesinado el músico popular chileno Víctor Jara. El 11 de septiembre, Jara se encontraba en la Universidad Técnica del Estado, donde trabajaba como director del Instituto de Teatro, cuando el Ejército asaltó el recinto y arrestó a todos los profesores y estudiantes, incluido Víctor Jara. Junto a otros 5.000 prisioneros, fue trasladado al Estadio Nacional de Chile, donde fue torturado, le quebraron los dedos y, sin piedad, fue acribillado, probablemente el día 16. Su cuerpo fue hallado en la morgue como NN. A pesar de estar detenido, logró escribir el poema “Somos 5.000”, que hoy, gracias a la inteligencia artificial, tiene voz y música.

Víctor Jara

Víctor Jara tenía 41 años en el momento de su asesinato y era reconocido como uno de los grandes creadores de la música latinoamericana y destacado director teatral. Nació en el pueblo de El Nonquén, en una familia campesina, y fue su madre, Amanda, quien le enseñó a tocar la guitarra. A los 18 años, ingresó al Seminario Redentorista de San Bernardo, donde aprendió canto. Posteriormente, estudió en la Escuela de Teatro de la Universidad, donde conoció a Joan Turner, una bailarina británica que se convertiría en su esposa. Entre 1966 y 1969, fue director artístico del conjunto Quilapayún, y en 1973 participó en la campaña electoral apoyando a los candidatos de la Unidad Popular. Jara fue un profundo investigador del folclore de su país, un cantante excepcional y un compositor destacado que renovó la canción, apartándola de temas rígidos para convertirla en una genuina expresión poética. Intentaron callarlo, pero no lo lograron.

Ateneo Arturo Jauretche, Manuel Ugarte.

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